LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

lunes, 8 de octubre de 2012

La metralla segó sus vidas: los casos de Antonio López Luque y Francisco Montoro Montes

Víctimas de un bombardeo de la aviación en la morgue. Valencia, 1937. GERDA TARO. El Público

Sumergirse en la historia, en la tragedia de las víctimas de una guerra, para nada, y digo bien, es plato de buen gusto. Son demasiadas las horas que hay que echar para cotejar y enhebrar la información disponible. ¡Mis compañeros, aquellos que bucean entre legajos del pasado, lo saben bien!. Es un trabajo arduo, un camino difícil no siempre comprendido, y menos aún compartido. A los historiadores  nos piden credibilidad, verosimilitud y objetividad con los hechos. A los demás, les basta con la conversión de la Historia en opinión, o lo que es lo mismo, mimetizar las sombras platónicas de la realidad.

Pues bien, dicho esto, y aprovechando el tirón que está teniendo últimamente la colaboración de familiares, amigos, e investigadores con nuestro proyecto, volvemos a pedir encarecidamente de nuevo la ayuda necesaria para intentar recuperar la memoria de dos personas que fallecieron en trágicas circunstancias. Nos estamos refiriendo a los paisanos Francisco Montoro Montes y Antonio López Luque.


La defunción de Francisco Montoro Montes se inscribió en el registro civil de Porcuna el 13 de enero de 1945, contaba con 36 años de edad,y era natural de Porcuna, provincia de Jaén, hijo de Antonio y Juana, con domicilio en calle Alta, sin especificar número, de profesión “jornalero” y de estado casado con Mercedes Pimentel (se desconoce el segundo apellido), de cuyo matrimonio quedaron tres hijos, llamados Isabel, María y Francisco Montoro Pimentel, todos menores de edad.


Ese mismo día también se inscribió la defunción de su cuñado Antonio López Luque, de 34 años de edad, natural de Porcuna, provincia de Jaén, hijo de Rafael y Francisca, con domicilio en calle 21 de octubre, sin especificar número, de profesión “jornalero” y de estado casado con Isabel Montero Montes, de cuyo matrimonio ha quedado un hijo, llamado Amador López Montero, menor de edad y soltero.


Las dos inscripciones se hacen a instancia de la superioridad (sic), sin que sepamos si es judicial o militar, o meramente un formalismo por parte del funcionario a la hora de rellenar el acta; haciéndose constar de paso, que se ignora otorgasen testamento. ¿Cuáles fueron entonces las razones de la inscripción fuera de plazo?. Lo primero que hay que advertirle al lector es que no todos los fallecidos durante la guerra, en las circunstancias que fueran, están inscritos en los registros civiles. Éstos, durante la dictadura franquista, apenas contabilizan un ínfimo porcentaje de víctimas republicanas o de izquierdas. Este es el caso de Porcuna, con apenas unas decenas de inscripciones, excluyéndose siempre que puede a los fusilados, con la finalidad de borrar los horrores provocados por el ejército sublevado. Cuando el régimen permite la inscripción puede ser por varias causas, destacando las siguientes: que la viuda vaya a contraer de nuevo matrimonio; evitar que el primogénito de la familia realice el servicio militar; o bien, poder optar a alguna de las cartillas de beneficiencia, subsidios o censo de viviendas de bajo coste.


Continuamos, finalmente, con la causa de la muerte. Francisco y Antonio, que eran cuñados, fallecieron en "las inmediaciones de Valencia el 18 de marzo de 1937 por bombardeo de aviación" (sic), entendiéndose que ésta era fascista. Sus cadáveres, según consta también en el acta, fueron enterrados en el cementerio de la ciudad del Turia, aunque tampoco habría que hacerle demasiado caso, ya que esas serían las referencias que les habría dado la familia al Juez o al Secretario municipal, que en este caso eran Cristóbal Muñoz Rodríguez y Juan Soriano Rodríguez, respectivamente.

Hasta aquí el positivismo de los datos y nuestra experiencia ante este tipo de documentos. A partir de aquí solo nos quedan incógnitas para acercarnos un poco más a la vida y muerte de Francisco y Antonio.

En aquellos años de guerra, de todos es conocido, Valencia funcionó como capital de la República. En ella, junto a la industria catalana, se producía de todo para abastecer al ejército republicano y a la población civil. Sus importante puertos eran un verdadero cordón umbilical con el exterior; y a la vez, dichos puertos e industrias eran el blanco preferido de la aviación y la flota rebelde. Por otro lado, Valencia se convirtió en escuela militar para formar la joven oficialidad del Ejército Popular de la República; amén de ser una de la comunidades con mayor número de refugiados que huían del frente.  

Bombardeo sobre Gandía el 26 de febrero de 1937. Tomado de RayosyCentellas

Valencia fue la tercera ciudad republicana, tras Madrid y Barcelona, que más sufrió los bombardeos fascistas durante la guerra de España. La ciudad fue asediada por mar y aire, y lejos de los tópicos patrios, fue bombardeada principalmente por barcos y aviones alemanes e italianos. No en vano, era la capital de la República, de ella emanaba todo. El historiador Eladi Mainar en el tomo XIV de la colección La Guerra Civil en la Comunidad Valenciana, editada por Levante-EMV, contabiliza 1.500 muertos en dicha Comunidad (sin incluir a los muertos en los hospitales), cifra, por otro lado, que no hemos podido cotejar con ninguna otra fuente.

El 18 de marzo de 1937 Valencia, sus inmediaciones, debió sufrir un nuevo bombardeo de aviones fascistas. En él, sin que hayamos podido contrastar su existencia, perdieron la vida los dos porcunenses, familiares políticos y que se encontraban juntos, cerca el uno del otro. Por la edad podría tratarse de milicianos republicanos de permiso en Valencia, o bien formándose en las escuela militar de suboficiales y oficiales. Por el parentesco, y la casualidad de estar los dos tan cerca, nos hace pensar que se podría tratar de refugiados de guerra (Porcuna había caido en manos fascistas el primero de enero de 1937), ya que por aquellas fechas aún no se habían movilizado las quintas; o bien, que llegaran a la capital en busca de avituallamiento para trasladarlo a Jaén u otro lugar. ¿Quién sabe?.

Descansen en paz, en cualquier caso.

FUENTE:

- Actas de defunción de Antonio López Luque y Francisco Montoro Montes. Registro Civil de Porcuna (Jaén). Consultado en 2011.



1 comentario:

Amalia Perales Montoro dijo...

Gracias por la informacion sobre mi bisabuelo Francisco Montoro Montes.Mi nombre es Amalia Perales Montoro por si quieren contactar conmigo a través de facebook.
Me gustaría que alguien me dijera donde esta enterrado.Sabemos que murio en la última batalla del Ebro.
Vivimos en Córdoba C/Motril nº 6 4º3 todavia viven 2 de sus hijos,Francisco Montoro Pimentel,y María Montoro Pimentel el mail de mi madre es amapolapm@gmail.com y nuestro numero de tlfno es 957298200 gracias.