LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Pablo Casado Navas, muerto en combate

Dos niñas sentadas durante la recogida. Valsequillo, frente de Córdoba, junio-julio de 1937. Gerda Taro © International Center of Photography


Fecha de nacimiento: 26/06/1902
Lugar de nacimiento: Porcuna
Hijo de:
Vecino de: Porcuna
Profesión: Jornalero
Estado civil y nº de hijos: Casado con Asunción Navas Cárdenas, con la que tuvo dos hijas, Francisca y Carmen Casado Navas.
Dirección postal:
Afiliación sindical:
Cargo directivo:
Afiliación política: Posiblemente del PCE.
Cargo directivo:
¿Fue combatiente?:  Sí . Graduación alcanzada: Perteneció a la 52 Brigada 231 Batallón 1ª compañia.
Fecha de detención y lugar:
Lugar del Consejo de Guerra:
Sentencia militar:
Cárceles donde estuvo:
Fecha de salida de la cárcel:
Fecha de fallecimiento y causa: Muerto en el hospital militar de Villanueva de Córdoba el 25/01/1939, a consecuencia de las heridas recibidas en la batalla de Valsequillo.

Otros familiares represaliados: Manuel Casado Navas “Marchena”, desaparecido.
¿Sufrió incautación de bienes?:
Observaciones:

Falleció en el Hospital Militar de Villanueva de Córdoba, durante la ofensiva republicana en Valsequillo o Batalla de Pozo Blanco, iniciada en 4 de enero de 1939. Estuvo casado con Asunción Navas Cárdenas, con la que tuvo dos hijos, Francisca y Carmen Casado Navas. Perteneció a la 52 Brigada 231 Batallón 1ª compañía.

Agradeceríamos cualquier otra información disponible por parte de los familiares.

Expediente digitalizado de Consejo de Guerra: No.
Expediente digitalizado de Responsabilidades Políticas:
Expediente de Depuración Política: No
Partida de nacimiento: Sí.
Partida de matrimonio: No
Partida de defunción:
Fotografías personales: No
Otros documentos digitalizados:
Fuentes documentales primarias consultadas:

- Registro Civil de Porcuna.

Fuentes bibliográficas consultadas (sin ser exhaustivos):

Fecha de realización de la ficha: 29.02.2012
Última modificación de la ficha:

Los datos aquí aportados son básicos. Por lo general disponemos de más documentación o referencias que no aparecen en esta microbiografía. Para ampliar o aportar cualquier información puedes pornerte en contacto por alguno de los medios abajo referenciados.


Apartado de correos nº 47-23790. Porcuna (Jaén)

nombresporcuna@gmail.com

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domingo, 26 de febrero de 2012

Juan Casado Gallego "Belén", fusilado

Antiguo ejido de San Sebastián (Porcuna)
Vista del Ejido de San Sebastián, con la igesia prisión de Jesús al fondo.


Fecha de nacimiento: 1902
Lugar de nacimiento: Porcuna
Hijo de:
Vecino de: Porcuna
Profesión: Albañil/Guardia Municipal
Estado civil y nº de hijos: Casado con Amparo de la Torre del Pino, con la que tuvo 5 hijos.
Dirección postal:
Afiliación sindical:
Cargo directivo:
Afiliación política: PSOE
Cargo directivo:
¿Fue combatiente?:  Sí . Graduación alcanzada: Soldado.
Fecha de detención y lugar: 8/05/1939 en Porcuna.
Lugar del Consejo de Guerra: Porcuna, el 24 de agosto de 1939.
Sentencia militar: Muerte.
Cárceles donde estuvo: Porcuna y Jaén.
Fecha de salida de la cárcel: 6/02/1940.
Fecha de fallecimiento y causa: 6/02/1940, fusilado.
Otros familiares represaliados: Un hermano, Manuel Casado Gallego, aunque desconocemos la condena.
¿Sufrió incautación de bienes?: Sí.

Observaciones:

Fue juzgado en 24 de agosto de 1939 en Porcuna, donde fue condenado a muerte junto a otros 15 paisanos. Había sido condenado a 4 meses y un día de cárcel en Jaén por tenencia de arma corta con anterioridad, posiblemente por su implicación en la revolución de octubre de 1934. Se marchó de la población a finales de diciembre de 1936, instalándose en Jaén. Fue movilizado prestando servicios en los campos de aviación de Jodar, Espeluy y Andújar. 

Expediente digitalizado de Consejo de Guerra:
Expediente digitalizado de Responsabilidades Políticas:
Expediente de Depuración Política: No
Partida de nacimiento: No
Partida de matrimonio: No
Partida de defunción:
Fotografías personales: No
Otros documentos digitalizados: Varias refencias en prensa.
Fuentes documentales primarias consultadas:

- Expediente sumarial 16.816, legajo 87/3493 de Juan Casado Gallego. Archivo Tribunal Militar Togado Segundo de Sevilla.

Fuentes bibliográficas consultadas (sin ser exhaustivos):
Fecha de realización de la ficha: 26.02.2012
Última modificación de la ficha:


Los datos aquí aportados son básicos. Por lo general disponemos de más documentación o referencias que no aparecen en esta microbiografía. Para ampliar o aportar cualquier información puedes pornerte en contacto por alguno de los medios abajo referenciados.


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martes, 21 de febrero de 2012

Francisco Caballero Ruano, exiliado

Francisco Caballero Ruano
Francisco Caballero Ruano
Poco, muy poco sabemos sobre la vida y los avatares por los que tuvo que pasar Francisco Caballero Ruano. Gracias a un documento de inestimable valor para nosotros, y a un puñado de relatos alrededor de una copia de una vieja fotografía, donde aparecen un grupo de milicianos desgarbados, de escaso porte marcial en el frente de guerra de Madrid, hemos comenzado a hilvanar la vida de un joven que se vio obligado a dejar la azada y la hoz, para calar bayoneta en distintos frentes de batalla en defensa de la amenazada República “democrática de trabajadores de toda clase”.


El documento en cuestión no es otro que el “Padrón de habitantes sujetos a la prestación personal” (AHMP, 3.09.1940). Aunque hablaremos de él en otro momento más propicio, básicamente se trata de una revisión y actualización de las tasas que cada varón debía de “abonar” a las exangües arcas municipales posbélicas, pudiéndose hacer en dinero contante y sonante, o bien, mediante prestaciones personales (fuerza de trabajo). Pues bien, dicho Padrón no tiene desperdicio, ya que en él consta la fuerza varonil de la época con la que contaba Porcuna. Lo interesante, verdaderamente, -para nuestros fines-, son las notas marginales en muchos de esos santos varones, donde se lee, entre otros, palabras como “fallecido”, “difunto”, “detenido”, “batallón de trabajadores”, “hospitalizado”, o “en Francia”. Es decir, que el régimen franquista local, pese a los rudimentarios medios de información de los que disponían, tenían perfecto conocimiento y actualizada información de cada individuo, sobre todo, de los sospechosos y evadidos. Pues bien, aquí es donde nos hemos encontrado a nuestro hoy recuperado Francisco Caballero Ruano, lo que a la misma vez demuestra el conocimiento exacto de las autoridades franquistas del paradero del “rojerío” que había logrado escapar de las garras de los vencedores. La información se complementa con la edad de nuestro protagonista, que debía tener entorno a los 23 años y su lugar de morada, calle Aviador Aguilera, nº 71. Curioso es también que en el número 72 de esa calle nos aparezca otro supuesto exiliado a Francia, Sebastián Moreno Ortega, de unos 44 años de edad alrededor de 1940, y que en estos momentos investigamos pese a poder afirmar ya que murió en Porcuna.

Como decíamos, muy poca es la información de la que disponemos de Francisco Caballero Ruano. Sabemos que nació el 21 de septiembre de 1917 en la Calle Azcárraga sin número, actual César Sebastián González, y que sus padres fueron Francisco Caballero Ollero y María de la Cabeza Ruano Pérez, el primero de 27 años de edad, de ejercicio jornalero y la segunda, de 23 años, su sexo, expresión que recoge la partida de nacimiento, por suerte hoy derogada.

De familia humilde, de jornaleros sin tierra, a Francisco Caballero Ruano le sorprendió el golpe de estado cívico-militar en Porcuna, con apenas 19 años de edad. Aunque desconocemos su filiación política o sindical, por su edad, presumiblemente perteneciese a las Juventudes Socialistas Unificadas. De él, y gracias a los datos aportados en su día por Francisco González Moreno, compañero de él en distintos combates, sabemos que se enroló como voluntario en la Milicias de Jaén (¿2º Batallón de Jaén?) allá por el mes de octubre o noviembre de 1936. Tras algunos meses de instrucción en Jaén capital, dichas milicias fueron enviadas al frente de guerra de Madrid, pasando a formar parte de la 24º Brigada Mixta del Ejército Popular.

De él y otros paisanos porcunenses la historia nos ha legado una fotografía de principios de 1937 en las cercanías de la llamada ”Cuesta de la Reina”, cerca de Seseña. Allí se produjeron combates durísimos contra los facciosos que pretendían tomar Madrid de manera envolvente. El fotógrafo, nos relataba Francisco Moreno, fue un enlace en moto de Valencia, y en ella aparecen cinco milicianos, con poco aire marcial. De ellos solo han sido reconocidos el propio Francisco Caballero Ruano, que ya ostentaba el rango de sargento, pese a su juventud; el propietario de la imagen, Francisco Moreno González, que alcanzó la graduación de teniente, y que finalmente se exiliaría a Francia; un tal Ortega, que era de Baena (Córdoba); un paisano de Porcuna apedillado (o quizás de mote) el “Gresco” o el “Greco”, que vivió en las “Cuatro Esquinas”; y un tal Rojas, de nacionalidad cubana.

Y hasta aquí esta breve pero necesaria historia de uno de los pocos paisanos que pudo salvar su vida gracias al exilio.

Finalmente, agradeceríamos a la familia Caballero, que aún vive en el Camino Alto, que se pusieran en contacto con nosotros para ampliar la información disponible. De paso también, estaríamos interesados en desvelar a nuestro otro personaje por identificar, el apodado el “Gresco” o el “Greco”, alias que por desgracia no hemos identificado hasta el momento.
Milicianos porcunenses en el frente Madrid, 1937

Personajes de izquierda a derecha: el sargento Caballero (Porcuna); "el de Baena", apedillado posiblemente Ortega; "El Gresco", quizás "el Greco" (Porcuna); "El Cubano", apedillado Rojas, de nacionalidad cubana; y Francisco González Moreno, "Pan Blanco" (Porcuna), exiliado en Francia desde febrero de 1939.

Lugar: frente de Madrid, posiblemente en la llamada "Cuesta de la Reina", entre Seseña y Morata de Tajuña.
Año: principios o mediados de 1937.

FUENTES:
- Fotografía: Archivo personal de Francisco González Moreno. Montauban (Francia).
- Acta de nacimiento de Francisco Caballero Ruano. Registro Civil de Porcuna, consultado en 2011.
- Padrón de habitantes sujetos a la prestación social (3.09.1940). Archivo Histórico Municipal de Porcuna.


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lunes, 20 de febrero de 2012

José López Casado, "Patas Gordas"

Exhumación de represalaidos en Castro del Rio (Córdoba)
Exhumación de represalaidos en Castro del Rio (Córdoba)



José López Casado, de 54 años, jornalero, natural y vecino de Porcuna, afiliado al partido Socialista, se significó en las manifestaciones y huelgas de carácter revolucionario. Actuó de escopetero durante los primeros días del Movimiento, interviniendo en las detenciones de las personas de orden y saqueo de sus respectivos domicilios. En calidad de miliciano, anduvo por los pueblos de Montoro, El Carpio y Castro del Rio, tomando parte en el asalto al Cuartel de la Guardia Civil de éste último, y dando muerte a uno de los guardias cogido, en una pontanilla de la carretera, llevándose el encartado como trofeo el fusil y correaje de la víctima, vanagloriándose de sus “hazañas” y considerado como un mérito ante los dirigentes marxistas, su participación en dicho asalto. Al regreso de una excursión a los pueblos citados le trajo a su mujer varios ornamentos de Sacerdote, con los cuales se confeccionó prendas de vestir”. (...). El Consejo de Guerra reunido en Jaén el 8 de marzo de 1940, visto el código militar y los bandos de guerra vigentes, “FALLAMOS: Que debemos condenar y condenamos al procesado JOSÉ LÓPEZ CASADO, a la pena de muerte, como autor responsable de un delito de Adhesión a la Rebelión Militar, con las agravantes apreciadas y al pago de las responsabilidades civiles” (sic).


Así de lacónico y contundente, en poco más de quince líneas de mala prosa jurídica, se pronunció el Consejo de Guerra celebrado en Jaén que condenó a un hombre a la pena capital. 

José López Casado fue un viejo militante de la UGT desde 1918, y como él dice, sin negarlo, participó en cuantas huelgas y manifestaciones se dieron en Porcuna por aquellos años, prestando su “apoyo no yendo a trabajar” - nos dice-, pero siempre en “una actitud pacífica”. Que efectivamente, tras el golpe de estado a la República, se “hizo miliciano voluntario prestando servicio de custodia de presos durante cinco días con arma de fuego larga en el castillo de la ciudad”. Tampoco negó en su interrogatorio ante el teniente jurídico José Luís Amador Roldán, que estuviese en “los pueblos de Montoro y Castro del Río en unión de otros milicianos provisto de una escopeta y a las órdenes del F.P (Frente Popular) de Castro del Río prestó servicios de control y otros durante siete días”. “Al regresar de estos pueblos -nos sigue diciendo López Casado - se dedicó a faenas agrícolas”, hasta que al final de diciembre de 1936 abandonó Porcuna, refugiándose en Torredelcampo donde estuvo hasta el final de la guerra dedicado a labores agrícolas.

La denuncia, puesta un 12 de mayo de 1939,  le vino de un excautivo de los llamados “trenes de la muerte”, Florián López Pérez, que ignoramos si fue juzgado y condenado por los Tribunales Populares. Florián, al igual que otros, rápidamente se puso a las órdenes de las nuevas autoridades civiles y militares de Porcuna en abril de 1939. Había que hacer méritos, y de forma rápida. Así, también lo encontramos declarando en contra de Eugenio Castillo López , “Los Santos de Arjona”, y de Antonio Moreno Pérez, “El Polo”, ambos muertos en prisión. De este modo, tras tomar declaración a nuestro denunciante, el Delegado Local de Investigación e Información de Falange, Víctor Funes Pineda, auxiliado por el secretario de la organización, Enrique Barrionuevo, ordenan el ingreso en el depósito municipal de nuestro paisano ugetista, que ni siquiera fue interrogado. No sería hasta el cinco de agosto de aquél año cuando fuese interrogado, como veíamos anteriormente.

El 17 de septiembre el juez instructor de la causa, teniendo en cuenta los informes aportados por las autoridades civiles (Alcalde), políticas (Falange), militares (Guardia Civil), así como, las declaraciones de importantes falangistas del momento y la ratificación del primer denunciante, en su auto de procesamiento considera que los hechos relatados son constitutivos del delito de asesinato y otros, previstos en el Código de Justicia Militar y en el Bando declarativo del estado de Guerra. Interrogado en Porcuna ese mismo día, dice que no participó en ningún desmán cometido en Montoro, El Carpio o Castro del Río; que tampoco tomó parte en el asalto del cuartel de la Guardia Civil de Castro del Río; que no asesinó a ningún guardia civil y le robó su fusil y correaje; y que tampoco es cierto que robase ropas de sacerdote; ni detuviese a ninguna persona. Por el contrario, contesta afirmativamente que fue el manijero del incautado cortijo de Lora por el Frente Popular.

Los testigos de descargo sugeridos por José López, dos terratenientes en ascenso, poco o nada le sirvieron de ayuda a nuestro desdichado paisano. Los dos ratificaron la versión oficial, y los dos dijeron que era “rumor de dominio público”, que dio muerte a un guardia civil en Castro, se trajo su fusil y cartucheras. Además, uno de ellos, dice que hizo guardia en la casa de Tomás Jurado Torres, que “después fue asesinado” (sic).

De esta manera tan ruin se daban por finalizadas las diligencias previas al consejo de guerra sumarísimo y de urgencia que lo condenarían a muerte por haber cometido un asesinato, donde ni siquiera sabemos el nombre del guardia civil asesinado; y donde en ningún momento se pidió informe alguno a las autoridades franquistas de Castro del Río; ni acta de defunción al registro civil correspondiente. De hecho, todo fue un “rumor de dominio público”, cuando en realidad pensamos que fue una fanfarronada que le costó la vida. José López Casado efectivamente estuvo en Castro del Río, provenía de Montoro o quizás de Villa del Río, enrolado posiblemente en las milicias jiennenses de Ignacio Gallego Bezares, líder las recientes creadas Juventudes Socialistas Unificadas, que por aquellos días socorrieron a Castro porque la guardia civil se había sublevado en armas contra la República. Dieron lectura al bando de guerra y tomaron por la fuerza los principales edificios oficiales. ¡La confrontación estaba servida!. El primer muerto en Castro fue un campesino, Francisco Martínez Fernández, acribillado en su misma puerta y delante de su familia. De este modo, como diría Francisco Moreno Gómez, “luchando contra el golpe, se encontraron con la revolución”.

José López Casado no fue asesinado por haber cometido un homicidio, si no por formar parte de una una comunidad campesina organizada, sindicada, reivindicativa, y comprometida socialmente con sus iguales, que luchó contra la prolongación de la jornada de trabajo y por unos salarios reducidos que no le permitían alimentar a su familia; pero, por el contrario, beneficiaba sustancialmente a las clases acomodadas del agro, a aquellas que vieron con buenos ojos el golpe militar. Nunca, y decimos bien, se podrá probar que José López Casado participase en el asesinato de un guardia civil en Castro del Río. El juicio fue una pantomima, un plan preconcebido de exterminio, una vuelta al “status quo” anterior a la Constitución de 1931.

José López Casado, alias “Patas Gordas”, fue ejecutado a las cinco de la mañana del 31 de mayo de 1941 en el cementerio de Jaén. Dirigió el piquete el Eduardo Guerrero Molina. Ese día serían fusilados en Jaén cuarenta personas, siendo arrojados sus cuerpos en la tristemente famosa fosa 702 del cementerio de San Eufrasio. Dejó viuda a Juana Callado Hueso y huérfanos a tres hijos, aunque dependiendo de los documentos  otras veces son solo dos. Su esposa, para más rabia tuvo a dos hermanos condenados a muerte, Alfredo y Luis, socialistas y ugetistas muy combativos, que finalmente les sería rebajada la pena en un grado.

Las penurias de Juana no acabaron con la muerte de su esposo, ya que éste fue sometido a Expediente de Responsabilidades Políticas, o dicho de otra manera, a la incautación de los bienes que tuviese, que no fueron otros que una casa-habitación marcada con el el número 21 de la calle del Yerro, valorada en 4.000 pts. Desgraciadamente su expediente se encuentra incompleto, pero de él se deduce “que el expedientado se halla incurso en responsabilidad política comprendido en el caso a) del artículo 4º de la Ley y que procede su sanción (...)”, por lo que intuimos que fue condenado, una vez fusilado, al pago por su viuda de algún tipo de multa en metálico, según se desprende de las conclusiones del Juez instructor de Martos.

Así escribió la Historia el franquismo.

FUENTES:
- MORENO GÓMEZ, FRANCISCO (2008): 1936: el genocidio franquista en Córdoba. Barcelona, Crítica.
- Archivo Tribunal Militar Togado Territorial Segundo de Sevilla. Expediente sumarímo y de urgencia de José López Casado nº 40.659, legajo 78/3.130. Consultado el 16.02.2012.
- Archivo Histórico Provincial de Jaén. Expediente de Responsabilidades Políticas contra José López Casado nº 285/1944.

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