LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Manuel de la Torre García, "Lerele"

MANUEL DE LA TORRE GARCÍA, 
“Lerele”



 Romería de Alharilla en la posguerra

 Romería de Alharilla en la inmediata posguerra

Recuerdo desde siempre que pasado el Corral de “la Pacheca”, en la aldea de Alharilla (Porcuna), justo en el borde derecho de la carretera, había una pequeña cruz sobre un pedestal fabricado en piedra de Porcuna, con una inscripción y la fecha de fallecimiento de una persona allá por 1939. Las últimas obras que se han hecho en la carretera que va a Arjona, con la limpieza de las cunetas, se llevó por delante el cenotafio, sin que nadie lo repusiera; cosa que también le pasó, dicho sea de paso, a la cruz del “Puente del Ahorcado”, en la carretera de Lopera, aunque aún se conserva en éste el pedestal con los loperanos asesinados allí.

Pero retomando nuestra pequeña historia, ¿quién era el desdichado al que se le erigió tan sacro monumento?. Poco, muy poco hemos logrado saber sobre la persona que allí dejó su vida. Unos dicen que hubo una reyerta y las navajas salieron a relucir; otros que fue “un lío de faldas” que terminó trágicamente. Nosotros, por nuestra parte, hemos indagado en los documentos de la época, arrojándonos un primer nombre que parece que pudiera ser el de la dedicatoria. Consultado el registro civil de Porcuna nos aparece una partida de defunción a nombre de Manuel de la Torre García, que tras consulta oral, se apodaba “Lerele”, inscrita el 16 de mayo de 1939. Dicha persona nació el 21 de enero de 1907, natural de Porcuna, hijo de Tomás  y de María del Carmen, “Sabalete”, con domicilio en calle Azcárraga (San Lorenzo), 22, de profesión labrador y de estado civil, soltero. Se dice que falleció en el sitio “Santuario de Alharilla” a las 15,30 horas del 14 de mayo de 1939 por herida de arma de fuego, según resulta de la información médica. La inscripción fue practicada por orden judicial. A su vez, se ignora que tenga otorgado testamento; y,  finalmente, el acta de defunción nos dice que su cadáver está enterrado en el cementerio de Porcuna. Llama la atención en el acta, si cabe, la omisión del trato deferencial de “Don”, reservado en la posguerra para “las personas de orden”; ¿acaso él no lo era?.

Consultadas las actas capitulares del ayuntamiento de Porcuna, en su sesión plenaria de 24 de mayo de 1939, se nos dice que Domingo Aranda (Jefe de Policía) “levantó y transportó su cadáver en coche”, pagándole la gestora municipal por los servicios prestados 20 pesetas.

Con estos datos siempre pensamos que Manuel de la Torre García, muerto de forma violenta en la inmediata posguerra, donde los ajustes de cuentas se sucedían con total impunidad, pudiera tratarse de otro caso más de represión política para aquellos que provenían del “campo rojo recién liberado”. Así, consultamos el Archivo Militar del Tribunal Segundo de Sevilla, por si tuviese abierto alguna causa o procedimiento sumarísimo. El resultado fue negativo.

Sobre Manuel de la Torre García, tenemos también la referencia bibliográfica aportada por Miguel Sánchez Tostado. En su obra “La guerra civil en Jaén”, una vez consultado el registro civil de Porcuna, sin ninguna otra explicación o abundamiento en la causa del fallecimiento de nuestro protagonista de hoy, lo incluye en el listado de represaliados por la derecha. Así lo recoge también Santiago de Córdoba Ortega en su obra “Geografía de la represión franquista (...)”; y  la “Relación nominal de inscritos en el Monumento-Homenaje a los represaliados del franquismo en Porcuna”, inaugurado en el cementerio de Porcuna en noviembre de 2009; que se basan en los estudios de Sánchez Tostado.

A estas fuentes habría que añadirle otra que no ha sido consultada por los anteriores, pero que pudiera arrojarnos alguna luz al respecto. Se trata del erudito local Jacobo  Quero Garrido, que en su obra “Los romeros de Alharilla. La devoción mariana de Porcuna”, nos dice que la muerte de Manuel de la Torre García, es la primera muerte que se conoce de un romero en el día de Alharilla. “Licenciado en Madrid de sus deberes militares - nos narra Quero - toda la noche estuvo viajando para no faltar a la cita mariana de la pos-guerra (14 de mayo de 1939), que como era la primera que se celebraba se presentaba un tanto atractiva y novedosa. Ocurrió que estando en el prado con su novia, tuvo un ajuste de cuentas con el “Niño de la Noche”, y éste, con un disparo de pistola, lo mató en el acto. Este crimen pasional ocurrió en la mañana del segundo domingo de mayo de 1939” -aunque el acta de defunción lo sitúa a las 15,30 de la tarde-.

Manuel de la Torre García, en Jacobo Quero


 Fe de errores: donde dice "Garrido Quero", debe poner "Quero Garrido"


De las anotaciones efectuadas por Jacobo Quero Garrido, así como, por el cenotafio que otrora recordó a Manuel de la Torre García, se podría desprender que éste, para nada fue víctima de la represión franquista. Nuestro mariano autor deja lo suficientemente claro que el joven asesinado se encontraba sirviendo a la causa franquista en Madrid, y que tras su muerte, “hubo preces en Alharilla por el alma del desdichado”. Parece también, y en esto coinciden algunas fuentes orales, que falleció por cuestiones sentimentales. Por el contrario, llama poderosamente la atención, que nuestro romero autor no haga referencia al nombre del asesino, llamándolo tan solo “Niño de la Noche”, en una clara referencia al grupo de guerrilleros, enlaces, y demás espías al servicio de la República que actuaban en campo franquista durante la contienda. No sabemos si es que el crimen quería atribuirlo al desaparecido grupo de guerrilleros; o bien, detrás de dicho “Niño de la Noche” se ocultaba un asesino para nada republicano que ajustó cuentas por arrebato de amores mal correspondidos o mancillados.

Sea como sea, Manuel de la Torre García, “Lerele” encontró la muerte el primer día en que la Virgen de Alharilla volvía a su templo destruido tras tres años de cruenta guerra; pero en lo que parece más un venganza personal que un asesinato político. Para nosotros, Manuel de la Torre, es sin duda una víctima más de las consuencias de una guerra incivil, pero no podemos considerarlo, por los datos recopilados, como un asesinato violento promovido por los vencedores franquistas, por lo que debemos de darle de baja en nuestros listados.

Aún así, seguimos trabajando en dilucidar las causas de su muerte, donde las fuentes documentales consultadas paracen enmudecer al respecto. Agradeceríamos, en suma, ya que entendemos que el acontecimiento fue “vox populi” en la época, que nuestros mayores nos aporten cualquier información al respecto; solicitud de información que hacemos extensible a cualquiera que sepa sobre el asunto.

Fuentes y bibliografía consultada:
  • Registro Civil de Porcuna (consultado en 2011).
  • Acta Capitular de 24 de mayo de 1939. Archivo Histórico Municipal de Porcuna.
  • Sánchez Tostado, L.M.: "La Guerra Civil en Jaén. Historia de un horror inolvidable". Edición del autor, Jaén, 2006;
  • De Córdoba Ortega, Santiago: "Geografía de la represión criminal franquista: Todos los nombres de Jaén (1936-1952)" (manuscrito).
  • Quero Garrido, Jacobo (1986): Los romeros de Alharilla. La devoción mariana de Porcuna. Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba. Córdoba, p. 85.

5 comentarios:

Nombres Porcuna dijo...

Dicho sea de paso, solicitaría a los "blogueros", que si tienen alguna foto de aquella cruz de la carretera de Arjona sean tan amables de aportarla como documento, y de paso, volvemos a hacer el dicho bueno, "Porcuna, todos a una".

Gracias.

Anónimo dijo...

la familia de Manuel de la Torre había pagado a un Niño de la Noche de Arjona para que pasara a su familia a la zona nacional, lo cual ocurría con frecuencia, pero el este Niño de la Noche no cumlió debidamente, por tanto cuando se volvierona encontrar, que fue el día de Alharilla, discutieron y llegaron a las manos con el lamentable fin que se expresa. Los Niños de la Noche no solo eran como decís espias de un bando, sino que eran también personas que cruzaban las líneas con personas o bienes.

Nombres Porcuna dijo...

Efectivamente, "Los Niños de la Noche", no solo se dedicaban a conseguir información o actuar en las líneas enemigas, también se dedicaron a pasar gente de un lado a otro.

La información que aportas es bastante interesante, y nos gustaría, si es que lo sabes, quién fue ese Niño de la Noche, para poder rastrear su expediente de Consejo de Guerra, si es que lo tiene.

Muchas gracias, de todo corazón por la información, pues hasta el momento se han cometido bastantes errores por parte de los investigadores con este hombre.

Santiago de Córdoba dijo...

He leído con interés los comentarios de "Todos los Nombres de Porcuna" y del "anónimo" sobre la muerte de Manuel de la Torre García, "Lerele" y/o la supuesta acción de un "Niño de la Noche".

Os expongo mi análisis, cuyo resultado anticipo dudando que se debiera a "Los Niños de la Noche", cuya existencia por toda la geografía española durante la guerra civil no fue tan extendida como le presupone algunos historiadores.

Antes de todo reconozco que no he llevado a cabo ninguna investigación documental sobre este caso, cuyo nombre lo tengo en mi base de datos siguiendo la bibliografía de Sánchez Tostado (La Guerra Civil en Jaén. Historia de un horror inolvidable". Edición del autor, Jaén, 2006); no obstante, después de leer tantas bibliografías sobre episodios bélicos de nuestra guerra civil y de la guerrilla, me parece que algunos historiadores han novelado sucintamente ciertos hechos por documentación insuficiente, cuya lectura ha provocado que localmente se bautice con "Niños de la Noche" a acciones sin vinculación con ellos...Esta afirmación la contrasté en su día con Claudimiro Sánchez Elías ("El Mochuelo"), un viejo comunista cordobés (Cardeñas) afincado y fallecido en Andújar hace unos años; con él compartí las narraciones de su vida como guerrillero de Llano en Sierra Morena, que en el 2004 fue publicada en la autobiografía "Historia de un comunista de base". Desde este conocimiento me extraña mucho que los "Niños de la Noche", que actuaron ideológica y militarme como células autóctonas de forma sorpresiva entre los frentes de guerra, se confundan con acciones aisladas e individuales de algún "Niño de la Noche". A veces algunos huidos o vecinos de mala reputación social de los dos bandos enfrentados buscaban una forma de subsistencia arriesgada en su ámbito o entre los dos frentes, algo tan antiguo y conocido en todas las guerras desde tiempos remotos. Estas acciones no siempre eran interpretadas correctamente, aunque sí convenientemente, por los servicios de información republicana o franquista, que las aprovechaban para llevar a cabo acciones de castigo indiscriminadas contra familiares de los huidos o de los sospechosos. A partir de 1939 estos núcleos de guerrilleros selectos, "Los Niños de la Noche", pasaron a formar partidas de huidos o de maquis, según la nominación que historiográficamente se les ha atribuido después dependiendo del periodo de actividad: 1939-1944 y 1945-1950.

En todo caso sería interesante conocer el por qué de la muerte de Manuel de la Torre García "Lerele" y cualquier aportación fundamentada puede darnos este conocimiento.

Anónimo dijo...

Desconozco el nombre de este Niño de la Noche, pero a raiz del asesinato de Manuel de la Torre se debieron hacer las oportunas diligencias, en las que constara el nombre del ejecutor, supongo que bien en los archivos del juzgado de Porcuna o en el de Martos debe haber algo al respecto y allí constar este nombre.