LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

domingo, 13 de marzo de 2011

¿Asesinato o suicidio?. IV PARTE

 Iglesia de Jesús: cárcel de hombres y mujeres durante la posguerra.

Oficialmente el asunto sobre el “presunto” suicidio había quedado cerrado, atado y bien atado. Los testigos presenciales de los hechos, sus carceleros, cuando ya había pasado la resaca del crimen y de la “victoria”, padecieron noches interminables de insomnio, de pesadillas, de fantasmas que volvían a rendirles cuentas. Los más cobardes, aquellos que no se enfrentaron a su propia consciencia, se escondieron detrás del rosario, la devoción, el martilogio, y la expiación de culpas pasadas. Al fin y al cabo, había argumentos de sobra que justificaban estas actuaciones contra los anti-España. Además, ¿qué podían temer?, ¿quién les iba a pedir cuentas o responsabilidades?. Porcuna, sus gentes, sus moradores, padecían de amnesia colectiva por el miedo, el terror, y la brutal represión política, ideológica o de clase, que se estaba llevando a cabo. Las cárceles estaban a rebosar, y ni los niños, siempre curiosos, fisgones, se acercaban por la iglesia de Jesús o la Torre-Castillo. Entre sus muros, en unas condiciones infrahumanas, se agolpaba el “rojerío” de la ya desaparecida República. Ellos, los carceleros, serían los encargados de construir el Nuevo Estado, y éste, generoso, los dejó emplear todos los medios a su alcance, aunque fuesen de dudosa religiosidad cristiana. Así las cosas, ¿qué pasó realmente, se suicidó o fue asesinado a manos de sus carceleros y verdugos?.
JUAN DE MATA CESPEDOSA
Juan de Mata Cespedosa del Pino, Subjefe de la Policía Municipal de Porcuna durante la República, y asesinado en la Torre Nueva en 1940.

Nuestro supuesto suicida, al igual que otros célebres protagonistas, no quiso despedirse de la Historia, sin escribir una página en ella. Setenta y dos años han pasado desde aquél triste suceso de un 31 de julio de 1939; en el que los protagonistas propagaron el bulo, el enredo y la “versión oficial de los hechos”. Casi tres cuartos de siglo donde las únicas referencias reposaban nebulosas en las mentes de sus coetáneos, para pasar luego a engrosar la ya colmatada leyenda negra de la guerra y la posguerra. Tal fue la confusión que propagó el régimen victorioso, que durante la posguerra fueron varias las personas que se “tiraron” desde la Torre, aunque nosotros, por el momento, solo tenemos a nuestro protagonista. Entre los supuestos suicidas cabe mencionar al Subjefe de la Policía Municipal durante la República, Juan de Mata Cespedosa del Pino, “Trepaollas, que procedente de uno de los campos de concentración de Almería, moriría violentamente en Porcuna, en la Torre Nueva, un 14 de octubre de 1940. Otro de los que ha quedado fosilizado en las consciencias de las gentes de Porcuna fue Antonio Gallo Quero, “El Hijo del Gallo, manigero de Hermenegildo”, del que se contaba que fue arrojado desde la terraza de la Torre, ya que como él era “gallo”, sabría volar (sic). Nuestras fuentes, por el contrario, dicen que Antonio Gallo Quero sería uno de los fusilados en Jaén el 11 de agosto de 1944, salvo que en su expediente de Consejo de Guerra, nos llevemos alguna sorpresa cuando lo consultemos.

También nos han legado nuestros ancianos un diálogo que sí tiene fundamento, una vez corroborada las fuentes de procedencia. Dice así:

¡Rafalito!, ¿por qué se cayó tu padre de la torre?. 
Porque no sabía volar” – dijo él, con naturalidad -

Efectivamente, este niño, Rafalito, que nació póstumamente, según creemos, es el hijo de nuestro despeñado biografiado.

Continuará ...

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