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El estandarte con las fechas y la cruz de hierro |
A
la
Fundación Nacional Francisco Franco no le ha hecho ninguna gracia
que el obispo de Ciudad Real, atendiendo a la reiterada solicitud del
Foro de la Memoria Histórica de Castilla la Mancha haya accedido a la
retirada de un estandarte de la Hermandad de la Virgen de las Angustias
en Ciudad Real con el escudo de la División Azul, es decir las flechas
de falange y la cruz de Hierro que explican los del Foro “no era
exhibida como símbolo cristiano por el ejercito del Tercer Reich”. En su
semanario digital “Despierta, reconstruyamos España”, numero 3, la
Fundación Francisco Franco menciona con ironía esta actuación del
prelado (al que se refiere como “este personaje”) refiriéndose a su
“muestra de sensibilidad”.
Así lo reseña el digital Despierta
que se publica en la página web de la Fundación Nacional Francisco
Franco en un breve que se titula “ El Obispo y la División Azul”: “Se
llama Antonio Ángel Algora, Obispo de Ciudad Real, Príncipe de la
Iglesia y que, a partir de hoy, puede sumar a sus muchos méritos
pastorales la felicitación, no sé si entusiasta, del Foro de la Memoria
Histórica de Castilla-La Mancha -es decir un escuálido grupo de
comunistas y progres beneficiarios de la subvención-, que aprecia la
muestra de ‘sensibilidad’ dada por este personaje al ordenar, porque los
ruegos de un Obispo a una Hermandad son en realidad órdenes, que la
Hermandad de la Virgen de las Angustias deje de portar el estandarte con
el que desfila desde 1949, en el que figura el escudo de la División
Azul”.
“Felicitación” de la derecha a la Asociación
Esta crítica de los seguidores de Francisco Franco viene a sumarse a las de la de la derecha manchega
como ya ha relatado ELPLURAL.COM: “El presidente de la Junta de Hermandades de Ciudad Real, Emilio Martín Aguirre,
equipara en su blog la hoz y el martillo,
“los mismos símbolos que han exhibido los regímenes comunistas de todo
el mundo, provocando matanzas masivas en todos ellos”, con la Cruz de
Hierro de Hitler, que la cofradía ha mantenido “con firmeza su identidad
y no ha estado dispuesta a prescindir del estandarte”, al mismo tiempo
que felicita irónicamente al “Foro de la Memoria Histórica de
Castilla-La Mancha porque han ganado la batalla”, añade en su diatriba,
“el Obispado de Ciudad Real ha hecho caso a miembros de la izquierda
desnortada, trasnochada y anticatólica de nuestra región, y cada lector
que saque su juicio de la decisión del Obispado ciudadrealeño”.
Larga lucha contra el emblema
La
Asociación había mantenido una larga lucha para conseguir que este
estandarte fuera suprimido de las procesiones. Cuando al fin llegó a la
respuesta positivo del obispado El Foro para la Memoria de Castilla La
Mancha expresó su satisfacción “por la sensibilidad que el Obispado de
Ciudad Real ha mostrado hacía las víctimas del nazismo” agradeciendo
también, “el apoyo incondicional que le ha mostrado Izquierda Unida en
la campaña llevada a cabo en contra del mantenimiento de este
estandarte. Esta asociación denunció, en su momento, que “la ignorancia o
la insensibilidad democrática” no podía ser excusa para mostrar en
lugar de honor los emblemas criminales que devastaron Europa”. Parece
que en estas declaraciones se apoyan las ironías de la Fundación
Nacional Francisco Franco.
Lealtad a Hitler
Para
el Foro estos símbolos “voluntaria o involuntariamente eran testimonio
de homenaje y renovación pública del compromiso de los divisionarios que
fundaron la hermandad en 1943 y que participaron en la guerra de
agresión que asoló Europa. En un comunicado hecho público ante estas
críticas de la Junta de Hermandades, la Asociación decía: “Le informamos
de que los miembros de la División 250 de la Werhmach, más conocida
como División Azul, hicieron un juramento de lealtad a Adolf Hitler al
igual que el resto de soldados y cargos del ejército alemán que ayudaron
a esclavizar a Europa bajo la bota del nazismo. Muchos de ellos, claro,
ya estaban acostumbrados a romper juramentos de lealtad, pues ya se
habían sublevado contra el gobierno elegido democráticamente en febrero
de 1936. Las mismas esvásticas adornaban su uniforme, y servían a la
misma maquinaria bélica que asesinó a millones de personas entre 1939 y
1945. Vistieron el mismo feldgrau”.
No confundir la cruz cristiana
Puntualizaban
además: “La cruz de Malta que figura en su estandarte, y que era el
símbolo de la División 250, no era exhibida con un símbolo cristiano por
el ejército del tercer Reich. Como no era el Dios cristiano el que
figuraba escrito en las hebillas de sus cinturones, “Gott mit uns”. Para
los 106 ciudadrealeños muertos en la deportación nazi, esa cruz nunca
fue la cruz del perdón, nunca puede simbolizar los valores cristianos de
paz y salvación, sino que es el símbolo de tortura de los romanos, la
cruz de Espartaco. No confundan la cruz del nacionalcatolicismo con la
del cristianismo. Para miles de demócratas, esa cruz en concreto que
figura en el escudo de la División Azul, nunca será un símbolo de
redención sino un símbolo de esclavitud de millones de hombres, mujeres y
niños”.
A.DEL C. | 16/noviembre/2012