Presas en Calzada de Oropesa. Prisión para "mujeres descarriadas". Foto: Martín Santos Yubero |
La magnitud de la represión franquista en este país es a todas luces todavía una incógnita. Las fórmulas represivas fueron tantas, que aún hoy, no solo necesitamos voluntad y voluntariado por parte de la sociedad civil, sino la implicación tácita y comprometida de las escuelas, las universidades, los investigadores y las instituciones. En nuestro deambular por archivos, hemerotecas, fototecas y memoria oral, hemos encontrado demasiados tipos de represión, demasiadas venganzas, odios, fobias y marginaciones. Eliminar físicamente a los "mendigos" (así consta en los apartados de "profesión" de sus partidas de defunción vs asesinato), aquellos otrora "pobres de solemnidad"; reprimir brutalmente la homosexualidad o abocar a las jóvenes de posguerra a la prostitución, en contra de la filosofía nacional-católica del régimen; fueron, cómo no, otras "formas refinadas" de represión para evitar cualquier relajación en los vencidos.
Mirta Núñez, en su obra "Mujeres caídas" (2003:24) afirma que "al
incremento de la prostitución que acompaña a todo conflicto armado, se
sumió la miseria generada por una posguerra orquestada para la
humillación de los vencidos, encarcelados, desterrados u obligadas sus
familias a buscarse la supervivencia en los márgenes de la sociedad". Así, otro especialista en la materia, Rafael
Torres, en su libro "La vida amorosa en los tiempos de Franco" (1996:119), calcula que en 1940, un año después de concluida la guerra, ejercían en España la profesión unas 200.000
prostitutas, cifra que comprendía tanto a las pupilas de los burdeles
como a las autónomas. En suma, parece que el aumento de la prostitución, sobre todo de la clandestina, está vinculada íntimamente a los efectos de la guerra, la pobreza, la marginación y como no, a la represión política y social del nuevo Estado. ¡La doble moral!, en definitiva, es decir, por un lado la Iglesia predicaba una sexualidad limpia y, por otro, se permitía la
libertad sexual para los hombres a costa de mujeres "descarriladas
socialmente". Ahora bien, ¿quiénes eran los hombres que se beneficiaban de esa doble moral?. Evidentemente los vencedores, autoridades, militares, falangistas y terratenientes.
Porcuna no escapa en la posguerra a esta nuevo sometimiento de los vencedores contra los vencidos. Si bien es cierto que falta algún estudio monográfico sobre la "marginalidad social" a nivel local, no es menos cierto que los datos y documentos son escasos, y se refieren antes y después de la guerra de manera tangencial a la problemática de la prostitución. Las actas capitulares consultas por nosotros a partir de los años veinte del pasado siglo, solo proporcionan un dato en relación a la salubridad de la prostitución en Porcuna. El dato, significativo sin duda, es de 1932, cuando la Alcaldía socialista insta a habilitar una habitación en el Hospital de San Benito "para efectuar el reconocimiento sanitario" de las mismas. A partir de aquí, en toda la documentación consultada (y es mucha) cualquier referencia a servicios sexuales es una incógnita, aunque la memoria oral, en parte, suple el déficit de fuentes.
'Circus Christi' |
Pues bien, con esto sólo pretendemos hacer una pequeña introducción a lo que deberá ser (asi lo esperamos) un capítulo u apartado en el libro que estamos preparando sobre la represión franquista en Porcuna. Por ello, pedimos, rogamos, ante la falta de documentación escrita, que aquellos que tengan memoria nos cuenten, nos narren o nos orienten en una de las más oscuras, pero reales consecuencias de la posguerra española. Quien dispongan de algún dato, información, nombre o cualquier otro indicio (por disparatado que pudiera parecer), que no dude en compartirlo por alguno de los medios de contacto de los que aparecen abajo. Gracias como siempre a tod@s por vuestra colaboración.
Bibliografía:
- NÚÑEZ, MIRTA (2003): Mujeres caídas. Prostitutas legales y clandestinas en el franquismo. Madrid. OBERON. Grupo Anaya.
- TORRES, RAFAEL (1996): La vida amorosa en los tiempos de Franco. Madrid, Temas de Hoy.
- Fotografía de Martín Santos Yubero. Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.
- Fotografía de "Circus Christi". El Público, 16.02.2010
2 comentarios:
El trecer prostíbulo el de la Isabelita estaba situado en la última casa del Camino alto, concretamente en el entonces número 100, existió hasta aproximadamente el año 1960, los que íbamos a las escuelas de los grupo nos asomábamos por las tapias del corral.
Muchas gracias "Anónimo" por el detalle del prostíbulo de Isabalita. Llama la atención que estuviese tan cerca del Cuartel de la Guardia Civil, y ésta, haciendo bueno esa doble moral de la que hablábamos, hiciese la vista gorda. Nos preocupa, sin duda, la higiene y la salud de aquellos lugares, y como no las enefermedades sexuales que tan frecuentes debieron de ser. Un abrazo y gracias.
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