Hay
 que reconocer que el caso que vamos a tratar a continuación ha 
despertado la curiosidad entre nosotros, pues lo que empezó como una 
búsqueda rutinaria mas a partir de una partida de defunción bastante 
parca en información, ha terminado por llevarnos hasta un ilustre 
cardenal, obispo de Jaén, antirrepublicano y metido hasta el tuétano en 
política, acólito fiel de las tesis posibilistas
 de Pío X; cuya hermana casó a finales del XIX o principios del siglo XX
 con un prometedor farmacéutico porcunense. De ese matrimonio nació 
nuestro protagonista de hoy, Pedro José de Torres Guisasola,
 muerto de manera “violenta” (sic) en el Madrid asediado por las tropas 
de Franco un 7 de abril de 1937. La defunción se inscribió en el 
registro civil de Porcuna un 6 de junio de 1940, con domicilio en Plaza 
General Sanjurjo, 7, siendo de profesión estudiante y de estado soltero.
 Se ignora tenga otorgado testamento, y además se desconoce el lugar 
donde se encuentra enterrado.
Pedro José de Torres Guisasola nació en Porcuna el día 6 de junio de 1901, en la calle o plaza de Cerrajeros, 7, siendo hijo legítimo de Juan Antonio de Torres de la Torre, 27 años, farmacéutico, natural de Porcuna y de Consuelo Guisasola Menéndez,
 21 años, natural de Oviedo. Por línea paterna fue nieto de Pedro de 
Torres Orozco y Dolores de la Torre Ocañas, naturales de la villa. Por 
línea materna, difuntos, de José Guisasola Rodríguez y de María Menéndez
 Palacios, naturales los dos de Oviedo. Esta es su partida de 
nacimiento.
Suponemos que Consuelo Guisasola y Menéndez llegó a la provincia de Jaén de la mano de su hermano, Victoriano Guisasola y Menéndez,
 que haría de tutor, por la minoría de edad de su hermana, al haber 
fallecido sus padres biológicos, cuando fue nombrado Obispo de Jaén el 
17 de abril de 1897, cargo que ocupó hasta el 16 de diciembre de 1901. 
Contaba con 17 años de edad cuando llegó a la provincia proveniente de 
Osma, donde había sido Obispo su hermano.
Sabemos, o por lo menos así lo recoge Antonio Recuerda Burgos, que el nuevo Obispo, en visita pastoral a Porcuna en abril de 1899, donó “1.000 pesetas para las obras de la parroquia;
 pero a cambio se llevó los cofres medievales y dos trípticos también 
medievales que se encontraban en la iglesia de San Benito, sin que se 
sepa en la actualidad su paradero” (sic). Suponemos que sería en alguna de estas visitas donde conocería al también joven y prometedor farmacéutico Juan Antonio de Torres de la Torre. Dos años después, del matrimonio de estos dos jóvenes esposos, nació Pedro José de Torres Guisasola.
Del padre de Pedro José, Juan Antonio de Torres de la Torre,
 hemos encontrado solo dos citas. En la primera aparece como uno de los 
farmacéuticos antiguos de Porcuna, nota que recoge en su obra Manuel Heredia Espinosa
 cuando habla de “medicina y cirugía” en la ciudad de Porcuna. La 
segunda, más profusa e interesante, nos aparece en el diario ABC del 4 
de septiembre de 1920, (y por extensión en toda la prensa de la época) 
con motivo de los funerales oficiados por el alma del cardenal Victoriano Guisasola y Menéndez
 en Toledo. En el funeral estuvieron toda la flor y nata del 
conservadurismo español, con los máximos exponentes del clero, el 
ejército y la monarquía. El féretro, descansando sobre capelo 
cardenalicio, estuvo acompañado por el entonces conservador y polémico 
jefe del gobierno de la nación, Eduardo Dato (asesinado
 al año siguiente por anarquistas), quien a su vez ostentaba la 
representación del Alfonso XIII en la ceremonia. Estuvo todo el cabildo 
de la catedral de Toledo; varios obispos y arzobispos y cinco generales 
del ejército español, que al año siguiente protagonizarían un golpe de 
estado de palacio. En un segundo plano estuvo la familia del cardenal, 
constituida por los hermanos Cérsar y Ramón Guisasola (sin que se 
mencione a su hermana Consuelo), así como nuestro paisano Juan Antonio de Torres de la Torre,
 del que se resalta su oficio de boticario. Además, estuvieron 
representantes del ayuntamiento, el gobernardor civil, representaciones 
diplomáticas, civiles y sociales. Detrás del armón de artillería, reza 
la noticia del diario conservador, al que daban escolta seis 
alabarderos, figuraban todas las parroquias con cruz alzada, 
hermandades, comunidades religiosas, … Aunque el cardenal dejó por 
escrito que quería un funeral modesto, sin pompas ni fastos, y menos 
aún, con gastos extraordinarios, lo cierto es que aquello fue todo un 
evento, una demostración de fuerza de la España de espada y cerrada 
sacristía.
Pero, ¿que tiene que ver la vida y milagros de nuestro cardenal bisagra,
 con la muerte “violenta” de su sobrino?. Bueno, la información aportada
 nos sirve cuando menos para recrear el escenario donde vivió nuestra 
víctima de hoy, es decir, en un contexto conservador de familia 
acomodada y de profunda religiosidad católica, apostólica y romana. 
Aunque no conocemos el  caso concreto del vástago, sí sabemos que muchas
 familias derechistas de Porcuna, cuando la estopa militar prendió en el
 solar hispano, decidieron refugiarse en ciudades populosas donde pasar 
desapercibidos tanto para propios como para extraños. Y dicho sea de 
paso, muchos de ellos lo fueron gracias a los salvoconductos que emitió 
el Comité Local del Frente Popular. No sabemos, por el momento, si Pedro de Torres Guisasola
 estaba ya en Madrid en calidad de “estudiante”, o bien se encontraba 
allí como refugiado o evadido. Lo cierto es, según su acta de defunción,
 inscrita atemporalmente, y presumiblemente a instancias de algún 
familiar, que su muerte fue de manera “violenta”. Pues bien, esta 
expresión, que nos la encontramos con relativa asiduidad en los 
registros civiles consultados, puede tener varios significados sin ser 
excluyentes, teniendo en cuenta que vivía en el Madrid “rojo”:  una, que
 fuese represaliado por las “turbas marxistas”, utilizando una de las 
expresiones más denostadas en los registros civiles franquistas; dos, 
que fuese muerto como consecuencia de alguna de las acciones ofensivas 
del mal llamado ejército nacional (franquista); y tres, que muriese en 
algún altercado, llamémosle civil,
 ajeno a la contienda fraticida, y más próxima a la reyerta o al robo. 
La primera, es decir, que fuese asesinado por los “marxistas” la damos 
casi por descartada, pues si hubiese sido así, el martilogio franquista 
se hubiese encargado de recordárnoslo. Nada, sea dicho de paso, dice de 
él la Causa General de la Provincia de Jaén,
 término municipal de Porcuna. Tampoco tuvo el “honor” de ser grabado en
 hueco relieve en la cruz  de los inmortales de la Parroquia de la 
Asunción; ni aparece en el “listado oficial”
 de víctimas reconocidas por las autoridades de Porcuna de 1952.  La 
segunda opción es cuando menos probable, pues sabemos que muchos 
derechistas han sido sacrificados históricamente para esconder las 
vergüenzas y los crímenes cometidos por el militarismo franquista. No 
sería extraño, pues, que hubiese fallecido en un bombardeo fascista o a 
manos de ellos mismos. La tercera casuística, posible también, no 
despertó el interés de los relatores  franquistas, y a lo sumo, 
inscribieron la defunción porque alguien le instó a hacerlo.
Hasta
 aquí lo que sabemos sobre nuestro protagonista de hoy. Como siempre, 
agradeceríamos a los familiares, investigadores y demás interesados que 
nos aportasen cualquier información para dilucidar qué fue lo que 
ocurrió realmente con nuestro vecino Pedro de Torres Guisasola. 
Fuente:
- Actas de nacimiento y defunción de Pedro José de Torres Guisasola. Registro Civil de Porcuna (consultado en 2011).
-
 HEREDIA ESPINOSA, MANUEL (1994): Historia de Porcuna. Casa Municipal de
 Cultura. Ayuntamiento de Porcuna, p. 110 (Mecidina y cirrugía). 
- Biografía del cardenal Victoriano Guisasola y Menéndez.  Wikipedia. 
-
 GUTIÉRREZ LLORET, ROSA ANA (2003): “Hegemonía conservadora y 
movilización republicana en la dinámica electoral del reinado de Alfonso
 XIII: las elecciones de 1907 en Valencia”, en Pasado y Memoria, nº 2. Universidad de Alicante.
- Archivo Histórico Nacional, FC-CAUSA_GENERAL,1006,EXP.11. Porcuna (Jaén).
-
 “Relación de los Caídos por Dios y por España” en el municipio de 
Porcuna en respuesta a la Instancia del Gobernador Civil al Ayto. de 
Porcuna en relación al Valle de los Caídos. Archivo Histórico Municipal 
de Porcuna. 1952
Apartado de correos nº 47-23790. Porcuna (Jaén)
nombresporcuna@gmail.com
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