LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

domingo, 29 de abril de 2012

Imágenes "casi" inéditas de la guerra en Jaén


"Brigada de choque", una escena muy jiennense o cordobesa, que pudiera ser de nuestras tierras
Recogida de aceituna durante la guerra.
De todos es conocido que le poeta Miguel Hernández estuvo en la provincia de Jaén en varias ocasiones antes y durante la mal llamada guerra civil. A mediados de febrero de 1937, Miguel es destinado al "Frente Sur", en Jaén, órgano de propaganda comunista del Altavoz del Frente. En el Altavoz del Frente trabaja como periodista, firmando tres trabajos con el seudónimo de Antonio López y otros como Miguel López, nos dice Ramón Fernández Palmeral, estudioso de la figura del poeta. Uno de sus poemas más famosos, cantados durante la transición por Jarcha o Paco Ibánez, y que sin duda, sintetizan las ansias de libertad de nuestro pueblo es el de "Aceituneros", publicado el 21 de marzo de 1937 en el nº 1 de Frente Sur y el 29 en La Voz del Combatiente. Sofía Arjonilla, hija del exiliado y comunista porcunense Antonio Arjonilla Toribio, "Lobo Negro", nos dice que Miguel Hernández entrevistó a los podadores de olivos de Porcuna y quizás de allí saliese su famoso poema sobre los "andaluces de Jaén". La entrevista fue publicada, aunque no sabemos bien en qué medio de la época. Tampoco sabemos si la entrevista se hizo cuando Miguel estuvo en la provincia en la primavera de 1936, dentro del programa alfabetizador de la República conocido como "Misiones Pedagógicas", o bien, como suponemos, comenzada ya la guerra, y una vez tomada Porcuna.  Sea como sea, su desgarradora poesía sirvió para levantar la moral a las tropas republicanas, que en aquellos días intentaban en vano romper los frentes inestables de Porcuna-Lopera-Adamuz-Pozo Blanco y arrebatar así los territorios fascistas recientemente ocupados en diciembre de 1936.

Sello del Altavoz del Frente. Jaén

El conocido como "poeta del pueblo" vino a Jaén de la mano del Comisario Político del 5º Regimiento Vittorio Vidali, conocido como el Comandante Carlos, uno de los organizadores de las Brigadas Internacionales. No es por tanto de extrañar, que Miguel visitara con frecuencia, como nos dice su esposa Josefina, los frentes de Porcuna y Lopera, donde aún resistían a principios de 1937 los restos de la XIV Brigada Internacional. Fue amigo del diputado comunista Martínez Cartón, Jefe de la XVI Brigada Mixta del Ejército Popular, que logró parar en seco la ofensiva fascista en Jaén y tomó finalmente el reducto rebelde del Santuario de la Virgen de la Cabeza el 1º de mayo de 1937. Conoció también a importantes intelectuales, como el también poeta Pedro Garfias, José Herrera Petere y al fotógrafo Trellez. El "Altavoz del Frente Sur" se instaló en la Calle Llana, nº 9 (hoy Francisco Coello), un edificio señorial, de la capital jiennense, y desde allí se orquestó toda una campaña de propaganda con el fin de levantar la moral en las tropas republicanas y en la población civil.

Pues bien, por esa calle pasaron varias fotografías poco conocidas por público en general e investigadores en particular. No sabemos si el fotógrafo fue Tréllez, pero sí, que fueron incautadas después de la guerra por lo vencedores en lo que fue el diario ABC en zona republicana. En concreto se trata de cuatro fotografías provenientes del Archivo Histórico Nacional (Ministerio de Cultura de España), que hemos rastreado gracias a la curiosidad sana de nuestro paisano tosiriano Miguel Ureña.

"Periódico mural del Altavoz del Frente Sur en Jaén"
Periódico mural del Frente Sur
La primera de ellas, por seguir un orden aleatorio, se trata de un mural del periódico del Frente Sur, el órgano de propaganda del Altavoz del Frente, ubicado presumiblemente en la plaza San Francisco, junto a la catedral de Jaén. Arriba, a la derecha de la imagen se lee "Plaza de la República"

Juventudes Socialistas Unificadas en Jaén
Desfile de la JSU
La segunda fotografía retrata lo que parece ser la instrucción de la Juventudes Socialistas Unificadas jiennenses, encabezadas por jóvenes soldados y seguidos por un nutrido grupo de mujeres vestidas con ropa civil.

"Movilizaciópn general de la JSU" para hacer la instrucción en Jaén, aunque por la edad pudieran ser "pioneros rojos"
Desfile de ¿jóvenes pioneros rojos?
La tercera imagen, presumiblemente también en Jaén capital, nos muestra el desfile de un grupo de jóvenes de corta edad, tocados con gorros y pañuelos de milicianos. El reverso de la fotografía nos dice que pertenecen a las Juventudes Socialistas Unificadas, aunque el grupo que encabeza el desfile parece tratarse de los Pioneros Rojos, los "infantiles" de las JSU.

Ejército Popular, presumiblemente en Jaén
Ejército Popular de la República
La última toma fotográfica retrata en actitud de descanso a un grupo de soldados sin armamento en lo que parece ser el embrión del Ejército Popular. Previsiblemente se trate de milicianos militarizados, todos con el mismo uniforme. Quien sabe, pudieran ser los soldados de la 24 Brigada Mixta, formada por comunistas y los jóvenes de las JSU, casi todos jiennenses y formada alrededor del antiguo seminario de Jaén. En el reverso de la fotografía, al igual que las otras tres, también aparece en rojo el sello "Altavoz del Frente. Zona Sur".

En otras fotografías incautadas al diario republicano de ABC, aparecen otras escenas correspondientes a Jaén o al frente de Córdoba. En concreto, en una postal aparece un escuadrón de caballería, dirigidas por el capitán Romero. Se trata del Escuadrón de Milicias de Jaén, posando en el frente de Córdoba, sin que sepamos el lugar exacto de la instantánea, pero sí, el distribuidor de la postal, "Foto Martos" para ABC.

Escuadrón de Milicias de Jaén, organizadas por el capitán Romero
Milicias de Jaén
Soldados de artillería en el frente de Córdoba
Soldados de artillería
La imagen de arriba, según dispone el reverso de la misma, dice así: "En el frente de Andalucía. Soldados de artillería servidores de las piezas de 19,9, llevan los proyectiles para nuestros cañones, que tan eficazmente bombardean a los rebeldes refugiados en Córdoba". Hay un sello en tinta azul que dice: "Albero y Segovia. Información gráfica. Alcalá". Pudiera tratarse de la ofensiva del general Miaja a Córdoba capital en verano de 1936, y los artilleros pudieran ser hombres de Pérez Salas.

Finalmente, la imagen que encabeza esta entrada, se trata de una actividad cotidiana de retaguardia, donde jóvenes milicianos ayudan a la recogida de la aceituna. Si bien pudiera ser de cuaquier parte de España, la escena parace muy cordobesa o jiennense. El reverso, por desgracia, nos nos da muchas pistas, y solo aparece intitulado "Brigada de choque en el campo".

Finalmente, para concluir, agradeceríamos cualquier información al respecto sobre las imágenes o el contenido de esta entrada, sobre todo en la localización de los protagonistas, así como, de los posible lugares. También agradeceríamos a cualquier paisano que nos hiciese una fotografía del actual edificio nº 9 de la calle Francisco Coello de Jaén, donde estuvo el cuartel general de propaganda del "Altavoz del Sur". Gracias.

Fuentes:

- Fernández Palmeral, Ramón: "La huellas de Miguel Hernández en Andalucía". Alicante, octubre de 2006. Artículo on line.
- Archivo Histórico Nacional. FC-CAUSA_GENERAL,1847,EXP.4
- Galería de imágenes



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martes, 24 de abril de 2012

Antonio Heredia Santiago, muerto por lepra en Fontilles


Padres jesuitas en la leprosería de  Fontilles
Mi nombre es Antonio Heredia Santiago, y mis convecinos me apodaron “el de Por Dios”, expresión que utilizo siempre cuando algo me parece exagerado o no estoy de acuerdo con ello. Hoy estoy de nuevo en Porcuna, el pueblo que me vio nacer en 1891. Hoy estoy entre vosotros y con vosotros, y mis compañeros y compañeras inscritos en este cenotafio han querido que cuente mi historia, una de las tantas que podríamos contar, en representación de la tragedia que sufrimos los republicanos españoles.


Como he dicho, nací en Porcuna, en la calle de San Cristóbal, en el seno de una familia humilde. Fui jornalero sin tierra, al igual que tantos cientos de trabajadores de aquellos años. En Porcuna no hubo demasiados caciques o patronos, pero la tierra, aunque repartida, no daba para comer todo el año a tantas familias como estábamos. ¡ Aún recuerdo la mortandad tan grande entre los niños por falta de alimento!. Tampoco había trabajo todo el año, y pasábamos largas temporadas en paro forzoso, sin más sustento que la beneficiencia, la caza menor o los hurtos de subsistencia en las tierras incultas por los señoritos. Los jornales, cuando cobrábamos de los patronos, eran bajos, miserables, y apenas llegábamos a las tres pesetas y media trabajando de sol a sol; cuando una familia media de la época de cuatro personas, necesitaban diariamente entre seis y siete pesetas para comprar productos básicos como el pan, leche, huevos, aceite, tocino, garbanzos, patatas y azúcar. La carne, aunque existía, era bocado de unos pocos, pues su precio estaba a 5,50 pesetas el kilo. 

La vida que nos tocó vivir fue dura, demasiado dura. Con todo, también tuvo sus alegrías, como cuando contraje matrimonio con Benita Montilla Ruano, con la que tuve tres hijos preciosos, a los que me costó alimentar.


Aún recuerdo con orgullo las huelgas y manifestaciones en Porcuna de los años 1918,19 y 20. Todos los obreros y campesinos salimos a las calles y los campos a mostrar nuestra indignación por la precariedad de la vida, los bajos salarios, el hambre, y el reparto de tierra. Cientos de asalariados nos apuntamos al sindicato de la UGT y a la Casa del Pueblo. Las revueltas, por lo menos, sirvieron para reducir la jornada laboral a 8 horas diarias; al igual que ya habíamos conseguido el descanso dominical. 


La dictadura de Primo de Rivera trajo tranquilidad al pueblo, proyectándose varias obras públicas que mitigaron el paro obrero, y pudimos compaginar el trabajo en la obra con la siega y la recogida de aceituna. Yo me impliqué cada vez más en política, al igual que toda la clase obrera. Nos reuníamos en la Casa del Pueblo que hizo grandes cosas por las familias humildes. Se creó una pequeña biblioteca; se organizaban teatros, bailes, conferencias y todo tipo de actos relacionados con la alfabetización del pueblo. De hecho, se creó una escuela nocturna regentada por Rafael Montilla García, líder socialista ya en aquellos años, a la que íbamos los trabajadores por la noche, después de faenar en el campo. Gracias a él, y otros compañeros como Cobo Aguilera, Lendínez, … a finales de los años 20, se llegó a firmar con la patronal una de las mejores bases del trabajo de la provincia, consiguiéndose un aumento considerable de los salarios por siega y era, la pernoctación y manutención en los cortijos. Se consiguió establecer la edad mínima de los trabajadores en 14 años, los que nosotros llamábamos los “zagalones”; y se consiguió que la patronal respetase nuestros días de huelga. Aunque por desgracia el salario de la mujer (2 pesetas) era más bajo que el del hombre (5 pesetas), se consiguió también un pequeño aumento. Todo, en suma, parecía mejorar. Éramos conscientes de nuestra fuerza, de la unión de la clase obrera.

Recuerdo también la llegada de la República a Porcuna tras las elecciones del 12 de abril de 1931, y la huida del rey a Francia. Republicanos y socialistas unidos conseguimos en Porcuna una victoria histórica contra los partidos conservadores y monárquicos. Catorce fueron los concejales que obtuvo la coalición, por cinco, los liberales y la clase patronal. Fueron años de ilusiones puestas en las reformas del gobierno. Nosotros queríamos más, queríamos la tierra, queríamos trabajarla todos juntos y poder repartir sus productos entre nuestras gentes. Aún así, las reformas eran insuficientes, y la república tenía demasidos enemigos. Yo mi impliqué más y más en el sindicato de UGT, y de hecho ejercí como presidente de la Casa del Pueblo durante seis meses en 1932.

El pronunciamiento militar del 18 de julio nos cogió segando y sacando trigo en las eras de la campiña. Si os digo la verdad no nos pilló por sorpresa el golpe. Nuestras organizaciones políticas y sindicales nos estuvieron informando desde la primavera de 1936 del ruido de sables de los militares y la intención de derribar al gobierno del Frente Popular salido de las urnas del mes de febrero. Ese mismo día se declaró la huelga general en Porcuna, el arma de los pobres. Todos los trabajadores dispersos por los campos o practicando su oficio en el pueblo, se concentró alrededor de la Casa del Pueblo a la espera de noticias. La Guardia Civil, odiada históricamente, intentó apagar todas las luces de Porcuna, pero dos guardias, afiliados a las Juventudes Socialistas Unificadas, abortaron la intentona golpista. Se organizó el Comité Local del Frente Popular, que a su vez se ramificó en otros muchos, el Defensa, Abastecimiento, Refugiados, … Se registraron las casas de los señoritos, les recogimos las armas y le incautamos los alimentos. Muchos fueron los que aquellos días comieron jamón y carne por primera vez. El pueblo, enfurecido, quemó los santos de las Iglesias, pese a la oposición frentepopulista del Ayuntamiento y los intentos baldíos de poner orden la guardia municipal. Los derechistas más significativos fueron detenidos y trasladados a Jaén. Otros, quedaron encerrados en la Sacristía de la Iglesia Parroquial.

Interior de la Sacristía de la Parroquia de Porcuna
Sacristía de la Iglesia de la Asunción (Porcuna), usada como presidio de derechistas


 Los días siguientes son de incertidumbre. Los diputados a Cortes, Peris Caruana y López Quero pasan por Porcuna reclutando milicianos para los frentes de Córdoba. Los cortijos de el Zahan, La Ventilla, El Zurraque o Lora son incautados por disposición gubernamental. Cientos de obreros agrícolas nos instalamos allí. Los meses van pasando, y el golpe militar deja a España dividida en dos. En septiembre, una cuerda de presos derechistas de la localidad camino de Jaén, son ajusticiados arbitrariamente. En octubre el pueblo está tomado por miles de refugiados que huyen de los combates del frente de Córdoba. En Porcuna campan a sus anchas los mineros de Linares y La Carolina. Se cometen excesos y el Frente Popular se ve desbordado por los acontecimientos. Aunque se han habilitado las iglesias y conventos como refugios para la población huida, el abastecimiento es insuficiente y los más débiles mueren como moscas en los rincones de la población. Yo me afilio al Partido Comunista, en alza en esos meses, haciendo guardias con una escopeta en el Ayuntamiento y portillos de la población. 


Los refugiados nos cuentan las atrocidades que están cometiendo los fascistas en los pueblos conquistados. En Baena, cuentan, han sido asesinados más de 700 personas en varios días. Los ánimos se crispan, y aparecen de vez en cuando derechistas asesinados en cunetas y campos.


Diciembre será un mes triste para todos nosotros. El 14 de ese mes Porcuna sufre el bombardeo de la aviación fascista. Entre los escombros encontramos varios cadáveres. Al día siguiente nos enteramos de que habían sido asesinados en el cementerio local varios derechistas, algunos de ellos republicanos. Los bombardeos se suceden y la población comienza a dispersarse por campos y cortijos. La ofensiva de los regulares, temidos en la población, provocaron la huida de más de 7.000 porcunenses hacia territorios menos hostiles. El 25 de diciembre huyo hacia Torredonjimeno con mi familia. En Lopera se están produciendo duros combates entre los fascistas y la XIV Brigada Internacional. En el vecino pueblo me entero que Porcuna ha sido tomada por los llamados nacionales, ¡como si nosotros no lo fuésemos!, y que la misma fue tomada a sangre y fuego, precedida de duros bombardeos de aviación. Escombros y aplicación inmediata del bando de guerra fueron las consecuencia. Las tapias de Córdoba se llenan de cadáveres.


Antiguo ejido de San Sebastián (Porcuna)
Antiguo ejido de San Sebastián. Al fondo la iglesia de Jesús, prisión de posguerra

El frente por fin se estabiliza. Yo marcho a Jaén, donde paso a trabajar en labores agrícolas. Luego me nombran Delegado Social Obrero en el Instituto de Reforma Agraria, como representante del PCE. Allí permanezco toda la guerra hasta el golpe del Coronel Casado, siendo encarcelado por nuestros hermanos de armas en la provincial de Jaén. La guerra finaliza y allí estoy yo, en la cárcel cuando llegan los primeros falangistas.


Pocos días después soy trasladado a Porcuna, en concreto un 12 de abril, para que fuesen las nuevas autoridades franquistas las que juzgasen mi destino final. Tras pasar por el cuartel de la Guardia Civil y el cálido recibimiento ofrecido en los despachos de falange, fui trasladado al campo de concentración de Santiago de Calatrava, o quizás Higuera de Calatrava, no lo recuerdo, la verdad. Allí, junto a cientos de paisanos míos malvivimos como pudimos, con una lata de sardinas para tres presos. Un día se presentaron falangistas de Porcuna e hicieron una cuerda con nosotros, trasladándonos a la Iglesia de Jesús, prisión habilitada de manera improvisada por las autoridades franquistas. Mi familia se desvivió por mí durante mi estancia en esa cochinera. Todo lo que tenían nos lo trajeron para hacer más liviana nuestra estancia. Aún así, las condiciones eran penosas, ya que a los malos tratos, las torturas y el sadismo practicado por nuestros guardianes, tuvimos que añadir una epidemia de sarna. Vi  muchos muertos en aquella inmensa pocilga convertida en cárcel.


Fui juzgado por urgencia y sumarísimamente en marzo de 1940 en la plaza de Jaén, prestando declaración solo dos veces y sin abogado defensor. Nunca negué mi pertenencia a la UGT y al Partido Comunista, pero sí que hubiese tomado parte en delitos contra las personas o las imágenes reliogiosas. Me condenaron por ideas políticas, por pertenencia a la clase obrera, por querer un mundo mejor para los míos. Fui condenado a cadena perpetua por un delito de adhesión militar, cuando fueron ellos, pistola en mano quienes se rebelaron contra el gobierno legítimo del pueblo.



Talleres en el interior de Fontilles


Así comenzó un nuevo calvario para mí, lejos de mi familia, pasando por las prisiones de Jaén, Burgos, Celanova y Alicante. ¡Era lo que llamábamos el turismo carcelario!. En Celanova, en sus malditas minas, cogí la lepra y fui trasladado de inmediato al “sanatorio” leproso, por llamarle de alguna manera, de Fontilles, en Alicante. Allí, en las condiones más infrahumanas que el género humano se pueda imaginar, encontré la muerte un 7 de diciembre de 1946, sin saber muy bien dónde me encuentro enterrado. Dejé viuda y tres hijos, que nunca sabré que fueron de ellos. Y todo, y digo bien, comenzó un 18 de julio.


Finalmente, para terminar, en nombre de todos los nombres, quisiera agradecer vuestra presencia en este sencillo, pero emotivo acto, donde espero que a través de vosotros, los vivos, tengamos voz los sin voz, y podamos siempre estar agradecidos a aquellos que buscan la verdad, la justicia y la reparación. 




Texto leido por Juan Pérez Montilla el 21 de abril de 2012 en la inauguración de cenotafio con 51 víctimas nuevas en el cementerio de Porcuna.


FUENTES: 


- Consejo de Guerra Sumaríamo y de Urgencia de Antonio Heredia Santiago. Archivo Militar Tribunal Territorial Segundo de Sevilla. Sumario 40.677, Legajo 118/4.951.
- Partida de defunción de Antonio Heredia Santiago. Registro Civil de Vall de Laguart (Fontilles, Alicante).
- Partida de nacimiento de Antonio Heredia Santiago. Registro Civil de Porcuna (Jaén).
- Cobo Romero, Francisco (1992): Labradores, campesinos y jornaleros. Colección Díaz del Moral. Ayuntamiento de Córdoba. P. 173.
- Las Fotografías de Fontilles están capturadas de su web.






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domingo, 22 de abril de 2012

Homenaje a las 51 víctimas nuevas de Porcuna

Cenotafio a los represaliados porcunenses por el franquismo
Cenotafio en honor a las víctimas del franquismo en Porcuna

Ayer, 21 de abril de 2012, en el cementerio municipal de Porcuna (Jaén) tuvo lugar un sencillo pero emotivo homenaje a las víctimas de la barbarie franquista. En concreto se inauguró un tercer monolito marmóreo que recoge 51 nombres de asesinados, y que son el resultado de dos años de trabajo por parte del grupo de trabajo que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna.

Juan Pérez Montilla, hijo de fusilado y colaborador.
Juan Pérez Montilla, en un momento del acto
El acto comenzó sobre las 12 de la mañana y en él estuvieron las agrupaciones políticas de Porcuna (excepto el PP); sindicales y memoralistas de la ciudad. Juan Pérez Montilla, veterano luchador por la recuperación de la Memoria Histórica, y colaborador directo nuestro, fue el encargado de abrir el acto, con unas emotivas palabras alrededor de Antonio Heredia Santiago, presidente de la UGT de Porcuna, y miembro del PCE, que falleció en unas condiciones infrahumanas de lepra en Alicante. Le siguió Isabel Mª Aguilera Morente (PSOE), quien tuvo unas palabras de recuerdo para todos los republicanos. Paco Moreno Casado, concejal del Ayuntamiento de Porcuna por el PA, agradeció el trabajo realizado en pro de la recuperación de la memoria de nuestros paisanos. Finalmente, Juan Manuel Torres Gutiérrez (APLI), colaborador nuestro, tuvo un recuerdo emotivo por las víctimas del franquismo y arremetió duramente contra las últimas políticas practicadas por el gobierno central del PP. El acto finalizó escuchándose el Himno de Riego por clarinete, poniendo los pelos de punta a muchos de los asistentes.

Relación nominal con los 51 represaliados inscritos en el monolito de Porcuna
Los 51 nombres de represaliados inscritos en el tercer monolito

En concreto, de las 51 víctimas, 28 fueron ejecutadas por fusilamiento con o sin juicio previo. Aquí hay que destacar los dos únicos casos que hemos encontrado (pero que estamos seguros serán más) de fusilamientos inmediatos tras la toma de Porcuna por los mal llamados "nacionales". Las órdenes de Queipo, recordemos, era dar muerte inmediata a todo aquél que se le encontrara con armas en la mano. Los casos concretos son de los milicianos Francisco Carderón Cabeza (Porcuna) y Baltasar Rosauro y Arjarilla (Villa del Rio). En aplicación del bando de guerra, unas vez detenidos en Porcuna, y trasladados a Córdoba, fueron fusilados los hermanos Juan y Francisco Torres Navarro; Otilio Arroyo Casado; Antonio Baudet Casado; José Carrasco Ruiz; Santiago Fernández Garrido; Juana González Madero; Manuel Márquez Camuña; Juan Morales Marina; Felipe Moreno Herrera; Moisés Sánchez Garrido y Carlos Molina Fernández, éste último en Sevilla. Fusilados fueron también, tras consejo de guerra sumarísimo y de urgencia, Francisco Barranco López (Jaén); Manuel Biedma Quero (Baza); Benito Colomo López (Cáceres); el comandante de división Miguel Gallo Martínez (Alicante); Cayetano Heredia López (Castro del Rio); el teniente Antonio Herrera Corpas (La Línea); Rafael Higuera Reina (Jaén); José Navas Montes (Jaén); Manuel Pérez Santiago (Castro del Rio); Antonio Rucián Moral (Jaén); Miguel Saco Herrera (Cañete de las Torres); Andrés Salas Navarro (Baza) y Dionisio Siles Funes (Jaén). Veinte personas fallecieron en las cárceles franquistas como consecuencia de las duras condiciones de vida: Blas Amate Fernández (Algamesí); Manuel Bellido Pérez (Jaén); Maximiano Borrego Moreno (Reus); Juan Casado Vallejos (Aranjuez); Eugenio Castillo López (Jaén); Manuel Delgado García (Jaén); Manuel García de la Cruz (Linares); Antonio Heredia Santiago (Fontilles); Purificación Huertas Montilla (Amorabieta); José Hurtado Montoro (Jaén); Francisco Joya Armenteros (Santiago de Compostela); Antonio Moreno Pérez (Totana); Benito Quero López (Jaén); Luciano Quero Pérez (Jaén); José Rucián Campos (Valdenoceda); Serafín Ruiz Carrillo (Linares); Ezequiel Sánchez Fernández (Barajas de Melo); Valentín Sánchez Fernández (Linares) y Francisco Vallejo Garrido (Jaén). De manera violenta, producto de las torturas y malos tratos a los que fueron sometidos fallecieron en los presidios de Porcuna, el jornalero Juan Cámaras del Moral, que fue arrojado por una de las ventanas de la Torre Nueva; y el subjefe de la Policía Municipal, Juan de Mata Cespedosa del Pino, que no aguantó las palizas como mísmamente testifican sus verdugos. Finalmente destacamos la muerte a manos de la guardia civil en la serranía de Marmolejo del capitán y guerrillero, Francisco Córdoba Uclés en 1941. Diremos, por otro lado, que entre la víctimas, donde hay varios concejales, cargos directivos de partidos políticos o asociaciones sindicales; militares; empleados municipales; o simples jornaleros; destaca la presencia de cuatro derechistas o simpatizantes de ideas conservadores. Los golpistas, como vemos, aplicaron el terror indistintamente de las ideas políticas o los sentimientos sociales. Su plan, preconcebido de antemano, se basó en la práctica gratuita de una violencia inusitada y desproporcionada sobre un pueblo indefenso; con el único fin de imponerse por la fuerza.

Con estas 51 nuevas víctimas incritas en el cenotafio del cementerio de Porcuna, son ya 161 las personas que se encuentran inscritas en los tres monolitos que jalonan el monumento. En ellas no se han contabilizado los muertos en bombardeos fascistas; ni los muertos en combate. Tampoco se contabilizan los encarcelados, los presos en campos de concentración nazis, los exiliados, los depurados políticos o los que sufrieron la incautación de bienes por el franquismo. Por el momento, son cerca de 1.000 las personas que se vieron directamente afectadas por la represión cívico-militar del 18 de julio. Indirectamente, si incluimos a sus familias, estaríamos hablando de alrededor de 5.000 porcunenses o vecinos los que sufrieron los castigos ejemplares de un régimen que sembró de cadáveres la piel de toro.

No quisiéramos finalizar sin dar las gracias públicamente al Ayuntamiento de Porcuna, que ha corrido con todos los gastos del monolito.

¡VERDAD, JUSTICIA y REPARACIÓN!

Documentos:

- Acceso al listado completo de las 51 víctimas del franquismo. En él se incluyen los datos básicos de sus biografías.

- Acceso directo al álbum fotográfico del 21 de abril de 2012.

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viernes, 20 de abril de 2012

Invitación: inauguración del tercer monolito de víctimas del franquismo en Porcuna (Jaén)

Inauguración Monolito Víctimas de Franquismo en Porcuna


El sábado próximo, 21 de abril, a las 12 de la mañana, en el cementerio municipal de Porcuna, tendrá lugar un pequeño homenaje a todas las víctimas del franquismo en Porcuna. En concreto, se inaugurará un tercer monolito marmóreo con 51 personas que fueron fusiladas o fallecieron por condiciones infrahumanas en las cárceles o campos de concentración franquistas. Se trata de aquellos hombres y mujeres que hemos localizado desde la inauguración de los primeros monolitos en noviembre de 2009, y que sufrieron en sus carnes la peor de las violencias, la pérdida de libertad y la muerte.

El total de inscritos en esos tres monolitos asciende a la cifra de 161 paisanos o vecinos de Porcuna, salvo algunos errores que estamos intentando subsanar. En ellos sólo están recogidas las víctimas indefensas, es decir, aquellas que capturadas, vejadas y maltradas, sin posibilidad de defensa alguna, fueron ejecutadas sin juicio previo en aplicación del llamado "Bando de Guerra" golpista, o de juicios sumarísimos y de urgencia de posguerra, en lo que fue, sin duda, el peor de los genocidios que haya sufrido nuestro país.

Hay que decir con voz quebrada, pero altiva, que el homenaje que le hacemos a nuestros paisanos asesinados por las balas o por el hambre, es justo, merecido y necesario. Pero también hay que decir con voz sobria y razonada, que las víctimas del fascismo en Porcuna fueron cientos, miles las personas que de una manera u otra sufrieron en sus carnes la fria o caliente violencia incivilizada. Nuestros paisanos y paisanas, así como muchos vecinos establecidos aquí, padecieron la tortura, el escarnio, la vejación, el rechazo, el hambre, el presidio, la incautación de bienes, la depuración política, el exilio, la deportación, el destierro, el suicidio, la muerte en combate, el mutilamiento o la ejecución sumarísima en un parterre de cementerio. Verdaderamente es obsceno para la Historia acercarse a los pelos y señales de la tragedia que supuso el golpe de estado de un puñado energúmenos. Miles de tragedias, por desgracia, nunca pasarán a la Historia. Nuestros abuelos y abuelas se nos están yendo, si no se fueron ya. Los testigos directos de aquella época están desapareciendo; y nosotros, los descendientes, ante la pérdida, nos preguntamos por qué nunca hablamos con nuestros abuelos sobre aquellos años. Los que vivieron dentro de España sufrieron de amnesia represiva. El régimen, nada paternalista, implantó un sistema nacional-católico tan represivo y eficaz, que practicar el olvido e ir a misa, era como subir a Lourdes a curarse la dolencia del rojerío. Ser "rojo" era pecado, y nuestros predecesores apostaron por ese olvido acultural que tanto mal nos ha hecho a los descendientes de los represaliados políticos.

Por ello, con este pequeño homenaje reivindicamos hoy más que nunca la recuperación de la verdad de lo ocurrido, reivindicamos justicia y la anulación de miles de procedimientos extrajudiciales; y reivindicamos, en suma, reparación, que los familiares podamos desenterrar de las cunetas y cementerios a nuestros seres queridos.

Se ruega la mayor difusión posible entre vuestros contactos.

Ubicación del cementerio municipal de Porcuna junto al polígono industrial. Fuente: google mapa
Ubicación del cementerio: justo al lado del polígono industrial y cooperativa Virgen de Alharilla, conexión A-306 con la A-307.

lunes, 16 de abril de 2012

Constitución del Ayuntamiento Republicano de Porcuna


Iª Parte.

Constitución del Ayuntamiento republicano de Porcuna un 15 de abril de 1931
Acta de constitución del Ayuntamiento republicano provisional de Porcuna

Porcuna, 15 de abril de 2012
Edita: Todos los Nombres de Porcuna




Al grito de “¡Viva la República!” se levantó la sesión del Ayuntamiento Pleno del 15 de abril de 1931 en Porcuna. Tres días antes, el 12 del mismo mes, se celebraban elecciones municipales, dándole el triunfo en las mismas a la lista republicano-socialista salida del “Pacto de San Sebastián”. Aunque la coalición no consiguió la mayoría de los concejales electos, la monarquía de Alfonso XIII caía como una fruta podrida, huyendo el rey al extranjero cargado de parné, y dejando a su familia atrás. Dos días después, desde los balcones de todos los ayuntamientos, se proclamaba la República, en nombre del comité revolucionario que encabezase Niceto Alcalá-Zamora.


En Porcuna se constituyó el Ayuntamiento Republicano “Provisional”, reunido para tal evento en la Sala Capitular del Ayuntamiento a las 10,30 de la mañana de un jueves, donde no hubo celebraciones especiales; pero sí algunos gestos simbólicos que finiquitaban la monarquía borbónica, como por ejemplo fue “decapitar” del sello de la alcaldía la corona real, y eliminar el apellido “constitucional” del mismo, que daba por finiquitado el sistema de la Restauración. Quedaba instaurado, así, el Ayuntamiento del pueblo, de la II República. El acta capitular dice así: “En la ciudad de Porcuna a quince de abril de mil novecientos treinta y uno; siendo la diez horas y treinta minutos de la mañana, se reunieron en la Sala Capitular de este Ilustre Ayuntamiento los señores concejales republicanos-socialistas como candidatos del mayor nº (sic) de votos obtenido por sufragio popular en las elecciones de concejales verificados el día doce de los corrientes de conformidad a las instrucciones recibidas del Exmo. Sr. Gobernardor Civil de la provincia en el nuevo régimen republicano, bajo la presidencia del Sr. Alcalde D. Manuel Ruiz de Adana Morente, con la asistencia del Sr. Interventor de fondos, y la de mí, el Secretario actuante en propiedad de este Ilustre Ayuntamiento.


Sello de la Alcadía de Porcuna, donde se ha decapitado la corona monárquica, y ha desaparecido "constitucional"
Sello de la Alcaldía de Porcuna, sin la corona


Declarada abierta la sesión por mí el Secretario se procedió a la lectura del telefonema recibido en la noche del día anterior respecto al particular y en su consecuencia el Sr. Alcalde dá posesión al elegido por unanimidad entre los concurrentes, D. Manuel Alcalá Ramos (Partido Republicano Radical, la cursiva es nuestra), previas las formalidades de rúbrica haciéndole entrega en el acto del bastón de mando y autoridad, una vez fuera del salón el Alcalde saliente D. Manuel Ruiz de Adana Morente se procedió al nombramiento (...)” de los Tenientes de Alcalde 1º Rafael Montilla García (PSOE); 2º Manuel Cobo  Aguilera (PSOE); y 3º Antonio Quero Aguilera (Partido Republicano Radical).

Como Concejales electos, según los distritos, fueron los siguientes: por el Cabildo, Manuel Ruiz de Quero Gallo (PRR); Manuel Quero Barrera (PSOE); Manuel Valverde Benítez (PSOE);  Ricardo Dacosta Ortega (Conservador); y Francisco Quero Pérez (Liberal). Por el distrito de San Lorenzo fueron elegidos José Montilla Calderón (PRR); Manuel Zumaquero Estrella (PSOE); Tomás González y González (PSOE); y Ramón de Torres Casado (Conservador). Por Santa Ana fueron elegidos Manuel Barranco Cobo (PRR); Manuel Recuerda Barranco (PRR); Manuel Rosel Cova (PSOE); José Herrero Torres (Conservador);  y el veterano munícipe Hermenegildo Torres Montilla (Liberal).

Como Procurador Síndico (Representante del Ayuntamiento en los asuntos judiciales), fue elegido un viejo republicano, José Rafael Juárez Quero (Partido Republicano Radical Socialista), luchador incansable, buen orador y mejor escritor, denostado y olvidado por la historografía local de ayer y hoy.

“En uso de la palabra el Sr. Alcalde - nos dice el acta capitular - manifiesta que considera un honor para él inmerecido la aceptación del cargo, pero que también considera que los momentos actuales son de sacrificio y esfuerzo personal para defensa y afianzamiento del nuevo régimen instaurado al que se consagra por entero con todo el entusiasmo de su juventud en bien del pueblo y buena administración de estos intereses que le han sido confiados, al mismo tiempo recomienda el mayor orden”.

A las 11,30 de la mañana, con la felicitación de todos los empleados de la Corporación Municipal al nuevo ayuntamiento provisional, el Secretario, Manuel Fernández García levantó la sesión al “grito de ¡Viva la República!”.

Y al grito de "¡Viva la República!", firmaron los padres de la República en Porcuna
Firmantes del acta de constitución del Ayuntamiento Republicano de Porcuna

Previamente, en la sesión plenaria de 15 de marzo de 1931, el Pleno presidido por el último alcalde de la “dictablanda”, Manuel Ruiz de Adana Morente, se acordó elegir 19 concejales, divididos en tres distritos, y con un total de residentes de 13.677 personas:


  1. Distrito: Ocho concejales. Número de residentes: 6.003.
  2. Distrito: Cuatro concejales. Número de residentes: 2.962.
  3. Distrito: Siete concejales. Número de residentes: 4.712


Pocos días después, el 20 de abril de 1931 se constituía formalmente el Ayuntamiento, siendo proclamado alcalde Manuel Alcalá Ramos, por 18 votos a favor y una papeleta en blanco. El 23 de abril se aprobaron las comisiones:
  • Hacienda y presupuestos: Rafael Montilla García; Ramón de Torres Casado y Rafael Juárez Quero.
  • Policía Urbana y Obras Públicas: Manuel Cobo Aguilera; Manuel Ruiz de Quero Gallo; Hermenegildo Torres Montilla.
  • Beneficiencia, Sanidad e Instrucción Pública: Antonio Quero Aguilera; Manuel Recuerda Barranco y Ricardo Dacosta Ortega.
  • Administradora del Pósito: Manuel Barranco Cobo; Francisco Quero Pérez y José Montilla Calderón.
  • Personal en general y responsabilidades: Manuel Zumaquero Estrella; José Herrero Torres y Manuel Valverde Benítez.


Una vez constituidas las comisiones, los concejales comenzaron su labor al frente del municipio, y desde el inicio, tanto el Partido Republicano Radical, como el Socialista, comienzan a buscar soluciones a una de las constantes históricas del municipio, la conocida como “crisis del trabajo”, o paro estacional de miles de jornaleros sin tierra. En esa sesión se puso de manifiesto que el Ayuntamiento colaboraría en la medida de posible en paliar la situación mediante inversiones en obra pública, bien con el arreglo de caminos, bien, con el de calles; así como la constitución de un presupuesto extraordinario para estos menesteres. Los primeros choques con la patronal agraria, “representada” en el pleno por el Partido Conservador, no se dejó esperar y el líder socialista Rafael Montilla García, futuro delegado local del Consejo del Trabajo, manifiestó “que un ayuntamiento por mucho dinero que tenga no puede resolver de plano la crisis del trabajo, y por lo tanto, (ex)cita a las minorías (conservadora y liberal) considerándolas como representantes de la clase patronal a que coloquen el mayor número de obreros en sus fincas advirtiendo que hay que pensar muy bien en el insignificante jornal que ganan de tres pesetas cincuenta céntimos y que si pronto no se pusiera remedio (a ello) con energía manifiesta, pudiera venir otro régimen de más fuerza y violencia que el actual, el Comunismo”. A ello le contestó desde el banco conservador Ricardo Dacosta Ortega que “rechaza, dice, la violencia de los ataques que se dirigen a la minoría por el Sr. Montilla y que ellos están en el ayuntamiento como Concejales de elección popular y no como representantes de la clase patronal alguna” (... sigue).

Los días posteriores a la constitución del Ayuntamiento Republicano de Porcuna son de frenética actividad política, social y económica. Desde el minuto uno, la conjunción republicano-socialista acometió las reformas que históricamente se les habían negado. Así, entre los meses de mayo y junio, se trata de los problemas del pan y los vendedores de trigo; obligando a los responsables municipales a la revisión de los útiles de pesar que utilizan los corredores, en un intento de evitar el constante fraude en los precios; se mejoran las condiciones carcelarias del torreón calatravo; se insta a la presidencia que se mejore la higiene en el cementerio; se propone la construcción de dos nuevas escuelas, en un claro gesto de universalizar la educación y a la vez, de privar a la iglesia de su monopolio en la enseñanza; se rebaja el litro de leche en la beneficiencia; se formaliza la Comisión de Trigos, estabilizándose los precios del pan; se mejoran las fuentes de lavar; se propone la creación de un farmacia municipal y entra, finalmente, Rafael Montilla como representante del Ayuntamiento, en la Delegación Local  del Consejo del Trabajo, órgano compuesto por patronos y trabajadores, donde habrían de debatirse las condiciones laborales. Las denuncias contra los patronos son continuas por los concejales socialistas, y así, por ejemplo, se denuncian las malas comidas que reciben los obreros en los cortijos de La Ventilla y de Lora; así como las malas condiciones higiénicas de los obreros en el cortijo del Zurraque. Por otro lado, se amplían los llamados “socorros de leche” y de beneficiencia.


Desde el punto de vista honorífico o laudatorio el nuevo régimen se dotó también de su propia simbología. Así, la República tuvo sus mártires desde el principio en Porcuna. El 20 de abril se aprobó por 14 votos a favor y cuatro en contra el cambio de roturación de varias calles a propuesta del concejal de Partido Radical Socialista, Rafael Juárez Quero. Así, la Calle Sardinas pasaría a llamarse García Hernández; la de Alfonso XII, sería rubricada como de  Capitán Galán y el Marqués de Acapulco, por uno de los pocos supervivientes de Jaca y además paisano, Capitán Miguel Gallo. También se propuso el cambio de la Plaza de la Constitución, por Plaza de la República. El paisano Joaquín Muñoz Santiago regaló a la Corporación un “retrato” del Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora; y la antigua calle Villa, que le fue dedicada en la anterior Corporación al líder socialista Pablo Iglesias, sería rubricada en estos momentos, pues aún permanecía la cartela anterior. A su vez, se insta al interventor municipal para que el Ayuntamiento se dote de las insignias y emblemas republicanos que sean necesarios para el buen funcionamiento del Ayuntamiento.


De este modo, sin traumatismos, ni violencias, de unas elecciones municipales convertidas en plebiscito sobre el modelo de estado, comenzó su devenir en Porcuna el nuevo régimen republicano.
Aniversario República Española

FUENTE:



- Actas Capitulares del Ayuntamiento de Porcuna 28.10.1930- 16.07.1931. Archivo Histórico Municipal de Porcuna.
- Acceso directo en pdf al Acta Capitular de 15 de abril de 1931.




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