Daniel García del Pino, apodado “Caragrea”
 fue declarado en rebeldía el 20 de noviembre de 1946, lo que suponía 
estar de nuevo en busca y captura por la policía represiva del 
franquismo. Casi un año antes, en diciembre de 1945, estando encarcelado
 en los calabozos del Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores nº
 91 de Marruecos (La Nassa, Ceuta), se dio a la fuga, sin que desde 
entonces sepamos su paradero.
Su
 aciaga existencia, como diría el geógrafo Pierre George, estuvo 
condicionada por su lugar de nacimiento, es decir, en la Porcuna rural 
de braceros sin tierra, de humildes y paupérrimas familias que mal 
vivían de la estacionalidad laboral y el despecho del caciquismo local. Daniel García del Pino
 nació en Porcuna en 1917, hijo de Benito y Encarnación, por lo que 
tendría apenas 19 años cuando los sables de los militares comenzaron a 
derramar la primera sangre republicana. Daniel defendió Porcuna del 
asedio fascista en diciembre de 1936, huyendo sin mirar atrás a la zona 
leal una vez tomada la población, y queriéndose llevar como rehenes a 
los hacendados Benito Palomo López y Clemente Fernández Palomo, sucesos 
que hay que relacionar con la ejecución y muerte del miliciano local Francisco Calderón Cabeza. En esta interfacie bélica, por otro lado, suponemos que se casó con Rosario Hueso Hermoso, con la que tuvo un hijo.
Finalizada
 la contienda, Daniel es detenido, juzgado por un tribunal rebelde y 
condenado a cadena perpetua por un delito de rebelión militar. En la 
prisión provincial de Jaén coincidió, entre otros, con el joven y 
entusiasta Isidro Callado Delgado, “El
 Perchero”, guardia de Asalto durante la guerra y comunista con una 
cierta formación política. Desde la cárcel, y aprovechando la puesta en 
libertad de algunos de ellos, intentó conseguir los apoyos necesarios en
 Porcuna y Torredonjimeno para crear allí una célula comunista que diese
 apoyo económico a los presos políticos que abarrotaban las cárceles de 
Jaén; amén de redactar desde la casa de Carmen Barranco López, las 
numerosas peticiones de indulto y otras solicitudes necesarias en la 
burocracia franquista. Así, de esta manera, comenzaría a contactar con 
antiguos expresidiarios y familiares de aquellos comunistas que más 
habían sufrido la represión en sus carnes, como por ejemplo los hermanos
 Barranco López (uno fusilado, dos encarcelados, otro exiliado en 
Francia y otro muerto en combate). Fue gracias al intento de Isidro, 
mediante carta rubricada el 26 de mayo de 1944 que fue interceptada en 
los portillos de la provincial, cuando a Daniel García se le volvió a complicar su malograda existencia.
Daniel
 salió en libertad condicional el 17 de diciembre de 1943. Se instaló en
 Torredonjimeno, donde se encontraba su esposa, y presumiblemente su 
hijo. Poco, por no decir nada, le duró la libertad a Daniel. Para un 
condenado a cadena perpetua era muy difícil escapar de la llamada “mili 
de Franco”. Por “rojo” y combatiente republicano, Daniel, como hemos 
dicho, fue enrolado en marzo de 1944 en un Batallón Disciplinario de 
Soldados Trabajadores con destino en Ceuta, presumiblemente para 
trabajar en las fortificaciones de la colonia africana dentro del 
contexto bélico de la guerra europea. Allí se encontraba cuando Daniel, 
por mediación del imberbe Manuel González Calahorrro
 (Torredonjimeno), libre ya por su hurto de harina, intentaba pasarle 
una carta en el calcetín de su alpargata, cuando fue descubierto por uno
 de los funcionarios del rastrillo de salida. A partir de aquí se verían
 perjudicados “viejos y jóvenes comunistas” de Porcuna y Torredonjimeno,
 casi tod@s ell@s aún lamiéndose las heridas carcelarias o secándose las
 lágrimas de los hermanos muertos por la fusilería franquista, como 
pueden ser Fermín de la Rosa Galán (Porcuna); Pablo Batanero Batanero 
(Guadalajara); Flora Cóllar González (Buenos Aires, Argentina); Carmen 
Barranco López (Torredonjimeno, vecina de Porcuna); José Casado 
Cespedosa (Porcuna); Manuel González Calahorro (Torredonjimeno); el 
propio Isidro Collado Delgado (Porcuna) y nuestro protagonista, Daniel 
García del Pino (Porcuna). Prácticamente todos y todas, salvo alguna 
excepción, fueron torturados durante ocho o nueve días en la Comisaría 
del Cuerpo Nacional de Policía de Jaén por el inspector Francisco Peragón Morago, y los agentes José Barrios Torres y Juan Prieto Calatrava, como la propia causa recoge.
Todos
 los supuestos inculpados citados anteriormente, lo fueron como autores,
 y citamos textualmente, “de un delito consumado de ejecutar actos 
dirigidos a perjudicar el crédito o la autoridad del Estado”; cuando la 
realidad (o parte de ella) nos dice que el Partido Comunista, 
sólidamente organizado en las prisiones, intentó por todos los medios a 
su alcance recoger dinero o alimentos para paliar, en la medida de lo 
posible, las hambrunas y carestías que sufrían los presos de izquierdas y
 republicanos en las cárceles de “Paca la Culona”, como diría Queipo de 
Llano al referirse a Franco. Así, de esta manera, se vio implicado 
Daniel García del Pino, que fue encarcelado en Ceuta alrededor del mes 
de abril de 1945. Allí estuvo hasta finales de ese año.
En
 octubre de 1945, el Gobernador Militar de Jaén, mediante oficio, 
solicita a las autoridades militares de Marruecos el traslado del 
recluso a la prisión militar jiennense, momento en el que creemos 
aprovechó Daniel para poner tierra de por medio y escapar de su 
cautiverio. Y es que Daniel no quiso enfrentarse de nuevo a las duras 
condiciones carcelarias, y menos aún pasar el resto de su vida en ellas.
 Y razón no le faltaba, pues casi todos los implicados en la supuesta 
“trama comunista”, aunque lograron salir de las cárceles en libertad 
condicional (vigilada), nunca volverían a pisar suelo de Porcuna. Todos 
fueron desarraigados de su tierra, separados a cientos de kilómetros 
para evitar cualquier conato de asociacionismo. La peor parte se la 
llevó Isidro Callado Delgado, “El Perchero”, que aún se encontraba en la prisión de Santander en 1954. 
Nada,
 a falta de más documentación, sabemos sobre Daniel García del Pino. 
Posiblemente pasase a la clandestinidad, o bien intentase ponerse en 
contacto con su esposa y visitar a su hijo. ¡Quién sabe!.
Agradeceríamos,
 como siempre, cualquier información sobre la vida de estas personas, 
que creémos pudieran arrojar bastante luz a nuestras investigaciones. 
Gracias.
Fuente:
-
 Causa nº 629, legajo 541/7.911 abierto a Fermín de la Rosa Galán y 
otros siete. Archivo Histórico del Tribunal Militar Territorial Segundo 
de Sevilla.



2 comentarios:
Hola, soy sobrino de Isidro, no se apellida Collado, sino Callado Delgado. El ya ha fallecido el 22 de Abril de 2011. Para respetar su memoria por favor rectifiquen su apellido. Muchas gracias. Julián Gómez Navarro Delgado Callado.
Estimado Julián. Nos gustaría contactar contigo por si puedieses ayudarnos. Nuestro e-mail es nombresporcuca@gmail.com. Gracias y rectificaremos el nombre.
Publicar un comentario