Francisco Caballero Ruano |
Poco, muy poco sabemos sobre la vida y los avatares por los que tuvo que pasar Francisco Caballero Ruano. Gracias
a un documento de inestimable valor para nosotros, y a un puñado de
relatos alrededor de una copia de una vieja fotografía, donde aparecen
un grupo de milicianos desgarbados, de escaso porte marcial en el frente
de guerra de Madrid, hemos comenzado a hilvanar la vida de un joven que
se vio obligado a dejar la azada y la hoz, para calar bayoneta en
distintos frentes de batalla en defensa de la amenazada República
“democrática de trabajadores de toda clase”.
El documento en cuestión no es otro que el “Padrón de habitantes sujetos a la prestación personal”
(AHMP, 3.09.1940). Aunque hablaremos de él en otro momento más
propicio, básicamente se trata de una revisión y actualización de las
tasas que cada varón debía de “abonar” a las exangües arcas municipales
posbélicas, pudiéndose hacer en dinero contante y sonante, o bien,
mediante prestaciones personales (fuerza de trabajo). Pues bien, dicho
Padrón no tiene desperdicio, ya que en él consta la fuerza varonil de la
época con la que contaba Porcuna. Lo interesante, verdaderamente, -para
nuestros fines-, son las notas marginales en muchos de esos santos varones,
donde se lee, entre otros, palabras como “fallecido”, “difunto”,
“detenido”, “batallón de trabajadores”, “hospitalizado”, o “en Francia”.
Es decir, que el régimen franquista local, pese a los rudimentarios
medios de información de los que disponían, tenían perfecto conocimiento
y actualizada información de cada individuo, sobre todo, de los
sospechosos y evadidos. Pues bien, aquí es donde nos hemos encontrado a
nuestro hoy recuperado Francisco Caballero Ruano, lo que a la misma vez demuestra el conocimiento exacto de las autoridades franquistas del paradero del “rojerío”
que había logrado escapar de las garras de los vencedores. La
información se complementa con la edad de nuestro protagonista, que
debía tener entorno a los 23 años y su lugar de morada, calle Aviador
Aguilera, nº 71. Curioso es también que en el número 72 de esa calle nos
aparezca otro supuesto exiliado a Francia, Sebastián Moreno Ortega, de unos 44 años de edad alrededor de 1940, y que en estos momentos investigamos pese a poder afirmar ya que murió en Porcuna.
Como decíamos, muy poca es la información de la que disponemos de Francisco Caballero Ruano. Sabemos
que nació el 21 de septiembre de 1917 en la Calle Azcárraga sin número,
actual César Sebastián González, y que sus padres fueron Francisco Caballero Ollero y María de la Cabeza Ruano Pérez,
el primero de 27 años de edad, de ejercicio jornalero y la segunda, de
23 años, su sexo, expresión que recoge la partida de nacimiento, por
suerte hoy derogada.
De familia humilde, de jornaleros sin tierra, a Francisco Caballero Ruano
le sorprendió el golpe de estado cívico-militar en Porcuna, con apenas
19 años de edad. Aunque desconocemos su filiación política o sindical,
por su edad, presumiblemente perteneciese a las Juventudes Socialistas
Unificadas. De él, y gracias a los datos aportados en su día por Francisco González Moreno,
compañero de él en distintos combates, sabemos que se enroló como
voluntario en la Milicias de Jaén (¿2º Batallón de Jaén?) allá por el
mes de octubre o noviembre de 1936. Tras algunos meses de instrucción en
Jaén capital, dichas milicias fueron enviadas al frente de guerra de
Madrid, pasando a formar parte de la 24º Brigada Mixta del Ejército
Popular.
De
él y otros paisanos porcunenses la historia nos ha legado una
fotografía de principios de 1937 en las cercanías de la llamada ”Cuesta
de la Reina”, cerca de Seseña. Allí se produjeron combates durísimos
contra los facciosos que pretendían tomar Madrid de manera envolvente.
El fotógrafo, nos relataba Francisco Moreno,
fue un enlace en moto de Valencia, y en ella aparecen cinco milicianos,
con poco aire marcial. De ellos solo han sido reconocidos el propio Francisco Caballero Ruano, que ya ostentaba el rango de sargento, pese a su juventud; el propietario de la imagen, Francisco Moreno González, que alcanzó la graduación de teniente, y que finalmente se exiliaría a Francia; un tal Ortega, que era de Baena (Córdoba); un paisano de Porcuna apedillado (o quizás de mote) el “Gresco” o el “Greco”, que vivió en las “Cuatro Esquinas”; y un tal Rojas, de nacionalidad cubana.
Y hasta aquí esta breve pero necesaria historia de uno de los pocos paisanos que pudo salvar su vida gracias al exilio.
Finalmente,
agradeceríamos a la familia Caballero, que aún vive en el Camino Alto,
que se pusieran en contacto con nosotros para ampliar la información
disponible. De paso también, estaríamos interesados en desvelar a
nuestro otro personaje por identificar, el apodado el “Gresco” o el “Greco”, alias que por desgracia no hemos identificado hasta el momento.
Personajes de izquierda a derecha: el sargento Caballero (Porcuna); "el de Baena", apedillado posiblemente Ortega; "El Gresco", quizás "el Greco" (Porcuna); "El Cubano", apedillado Rojas, de nacionalidad cubana; y Francisco González Moreno, "Pan Blanco" (Porcuna), exiliado en Francia desde febrero de 1939.
Lugar: frente de Madrid, posiblemente en la llamada "Cuesta de la Reina", entre Seseña y Morata de Tajuña.
Año: principios o mediados de 1937.
FUENTES:
- Fotografía: Archivo personal de Francisco González Moreno. Montauban (Francia).
- Acta de nacimiento de Francisco Caballero Ruano. Registro Civil de Porcuna, consultado en 2011.
- Padrón de habitantes sujetos a la prestación social (3.09.1940). Archivo Histórico Municipal de Porcuna.
Apartado de correos nº 47-23790. Porcuna (Jaén)
nombresporcuna@gmail.com
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