Un año más, el cenotafio a las víctimas del franquismo ha sido el punto de encuentro de los familiares, vecinos, asociaciones, sindicatos y grupos políticos de Porcuna (todos menos el PP), en honor, en sentido homenaje a tod@s aquell@s que padecieron la brutalidad fascista como consecuencia del golpe de estado de julio de 1936.
El acto de reconocimiento y recuerdo al victimario franquista comenzó a las 10:30 de un 14 de abril soleado, primaveral y esperanzador, como la República que se avecina, comenzando con un balance introductorio del trabajo desarrollado por nuestro grupo de trabajo durante estos años, a través de Juan Pérez Montilla, hijo de fusilado y en gran parte artífice del movimiento memorialista en Porcuna; para dar paso a las sentidas intervenciones de Antonio Aranda (PSOE); Paco Moreno (PA); Juan Manuel Torres (APLI); Manuel Callado (UGT) y Juan Ruiz Bellido (TLNP).
El acto finalizó con el himno de Riego por clarinete a través de Juan Torres y el canto unísono de "la Internacional" como símbolo del movimiento obrero.
Pasamos a continuación a la reproducción del discurso de Juan Pérez Montilla, en representación de Todos los Nombres de Porcuna:
Juan Pérez Montilla, durante el acto de homenaje. Foto: tomada de Andrés Quero Gascón |
"A recuperar la memoria, a escribir la historia de los que nunca tuvieron voz, se dedica, nos dedicamos los que aquí hoy estamos presentes, los hijos, los nietos de aquellos y de aquellas que fueron brutalmente asesinados o mancillados"
Nunca, nunca desde que echó a andar el grupo de trabajo Todos los Nombres de Porcuna, pensamos, ni siquiera imaginamos, que el número de víctimas de la guerra y la dictadura franquista en Porcuna superarían el millar de personas. Más de setenta años han tenido que pasar para que ese millar de víctimas, en la medida de lo posible, estén siendo rescatadas del olvido al que fueron condenadas tanto por el régimen franquista, como por la democracia transicional pactada, donde la propia izquierda renunció a sus muertos en pro de la llamada “reconciliación nacional”. Hoy, por suerte, por higiene democrática, por memoria histórica, estamos aquí reunidos alrededor de un cenotafio, de un monumento, que sólo recoge en parte la tragedia vivida como consecuencia de un golpe de estado militar que hoy perdura en forma de monarquía borbónica y patrioterismo democrático conservador. “La recuperación de la memoria como movimiento social plantea no sólo un conocimiento renovado desde la aportación de quiénes ha sido sistemáticamente negados, por ser perdedores, sino la necesidad de hacer presente las injusticias pasadas para su reparación moral” (1). A recuperar la memoria, a escribir la historia de los que nunca tuvieron voz, se dedica, nos dedicamos los que aquí hoy estamos presentes, los hijos, los nietos de aquellos y de aquellas que fueron brutalmente asesinados o mancillados.Bien, entrando en materia, podríamos decir a modo de balance, que la cifra de represaliados durante y después del conflicto bélico en Porcuna asciende por el momento a 921 nombres y apellidos de nacidos o vecinos de la localidad, 74 de ellas mujeres, a sabiendas que la cifra seguirá ascendiendo en los próximos meses. La investigación histórica, que incluye también a los otros, ajenos o copartícipes del golpe, se ha centrado básicamente en el Archivo Histórico Municipal, y el Registro Civil de Porcuna, así como en el Archivo Histórico del Tribunal Militar Territorial de Sevilla y el Archivo Histórico Provincial de Jaén, amén de otras localidades y registros como Salamanca, Alcalá de Henares, Madrid, Guadalajara, Ávila, Almería, Totana, Martos, Barcelona, … ; así como consultas puntuales o rastreos en países como Argelia, Marruecos, Francia, Bélgica, República Checa, o México. A estas fuentes documentales habría que añadirle la historia oral de los coetáneos a la época y sus familiares, que con sus recuerdos, con su memoria, nos han permitido adentrarnos en la vida cotidiana y traumática de aquellos años en Porcuna.En Porcuna se conjugan varios factores que explican el elevado número de víctimas civiles provocadas por el conflicto y la sangrienta posguerra. Por un lado, el eterno conflicto de lucha de clases entre la oligarquía caciquil agraria frente a un potente movimiento obrero de cariz ugetista y socialista; y por otra, la posición geoestratégica que jugó Porcuna como escenario bélico donde se desataron varias ofensivas y bombardeos durante la contienda.Las consecuencias del golpe de estado del 18 de julio de 1936 en Porcuna, desde el punto de vista humano, son evidentes y trágicas: por cada víctima que provocaron los republicanos en las filas derechistas; los golpistas provocaron cien del lado republicano. Mientras los primeros dejaron de matar en abril de 1937; los de azul, victoriosos y ufanos, desde la planificación y el exterminio, continuaron asesinando durante toda la década de los cuarenta, diez años después de finalizada la contienda. Así, hemos contabilizado hasta el momento 264 fallecidos de manera violenta; frente a los 70 del lado azul. De ellos, 112 fueron fusilados y 43 fallecieron en prisiones franquistas por enfermedad, inanición o torturas. Otras cinco personas fallecieron en campos de exterminio nazis; y otros dos por disparos de la guardia civil en la sierra cuando ejercían de guerrilleros antifranquistas. También hay que destacar el elevado número de campesinos-soldados muertos en combate. Hasta el momento tenemos contabilizados 60 y 13 desaparecidos, aunque las cifras podrían sobrepasar los 300 si se confirman varias de las líneas de investigación abiertas. Otros 7 fallecidos se encuentran en proceso de investigación. 35 personas, por otro lado, perecieron durante el conflicto en diversos bombardeos fascistas, la mayoría durante la toma del pueblo; y hasta la fecha hemos contabilizado tres heridos o mutilados, aunque somos conscientes que el número será mayor.Por otro lado, con total seguridad sabemos que 433 personas nacidas o vecinas de Porcuna sufrieron condenas de privación de libertad o fueron enrolados en batallones de trabajadores esclavos, usados como mano de obra barata en distintas infraestructuras. Las cárceles se llenaron de rojos, y aunque éstos fueran puestos en libertad después de largas condenas, estuvieron siempre privados de los derechos de los vencedores, al igual que sus familiares, que sufrieron en muchos casos más privaciones que el propio reo.Otra de las consecuencias de la violencia azul fue el exilio, que aunque mal documentado hasta el momento, arroja la nada desdeñable cifra de 30 asilados en distintos puntos geográficos fuera de nuestras fronteras. La mayoría son jóvenes en edad militar, que luego combatirían a los alemanes en la II Guerra Mundial o bien perecerían en los campos de concentración nazis. Francia o México, serían los principales destinos de estos exiliados.Finalmente tenemos algo más de 200 personas que se encuentran en fase de investigación o bien han sufrido otras formas de represión. En este grupo se encontrarían aquellos que fueron expoliados económicamente a través de la llamada Ley de Responsabilidades Políticas o funcionarios y trabajadores de la administración republicana que fueron depurados políticamente por la dictadura.Ésta es la pintura, éste es el cuadro, el envoltorio estadístico de las consecuencias de un golpe de estado que hoy perdura, como decíamos antes, en forma de monarquía sustentada por los herederos directos del franquismo.
Para finalizar, y aprovechando la presencia de concejales, partidos, organizaciones sindicales, y familiares de las víctimas, desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna no sólo os damos las gracias por vuestra asistencia, sino que os animamos a dignificar el nombre de todas y cada una de las víctimas del franquismo en Porcuna allí donde os encontréis; e intentéis en la medida de vuestras posibilidades que los símbolos franquistas que aún perduran por las calles y plazas de Porcuna, sean retirados por salud e higiene democrática. Gracias, salud y República.
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(1) ACOSTA BONO, GONZALO; RÍO SÁNCHEZ, ÁNGEL DEL y VALCUENDE DEL RÍO, JOSÉ Mª:
“ Memoria y ciencia sociales”, pp. 12-18 en ACOSTA BONO, GONZALO; RÍO
SÁNCHEZ, ÁNGEL DEL y VALCUENDE DEL RÍO, JOSÉ Mª (Coord): La recuperación de la memoria histórica. Una perspectiva transversal desde las ciencia sociales. Fundación Centro de Estudios Andaluces. Consejería de la Presidencia, Junta de Andalucía. Sevilla. Segunda edición, 2008.
PD: Para todxs aquellxs que intervinieron en el acto y deseen que sus discursos sean reproducidos en nuestro blog, sólo tienen que dirigirse a nuestro e-mail, nombresporcuna@gmail.com . Gracias.
Apartado de correos nº 47-23790. Porcuna (Jaén)
nombresporcuna@gmail.com
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