Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero ....

DETENIDOS. Saca de rojos en Sevilla. Foto Serrano

No siempre hay suerte en el Archivo Militar de Sevilla, sede del tribunal militar togado segundo, y lugar donde descansan, como si de otra fosa común se tratase, miles de represaliados políticos a la espera de una azada que oxigene la tierra. Aún es difícil saber con exactitud el número de personas que fueron "juzgadas" arbitrariamente en el ámbito competencial de la Segunda Región Militar (Andalucía y Extremadura) como consecuencia del golpe militar del 18 de julio. Por el momento hay más de 100.000 sumarios judiciales abiertos a rojos o sospechosos de serlo en Sevilla, a los que habría que sumar otros miles de expedientes almacenados en naves militares de Granada y Almería, amén de otros tantos que se habrán perdido en ese coleccionismo absurdo de muchos que se hacen llamar investigadores.

Cada día que pasa, cada día que tenemos acceso a estos expedientes, a los sumarios, a las causas o las diligencias previas abiertas, nos damos cuenta que tenemos acceso a un porcentaje muy ínfimo de lo que tuvo que ser la maquinaria represiva franquista. Muchos de los sumarios son colectivos, y en un solo expediente se pueden contabilizar cientos de procesados. ¿Cuál es, en suma, la magnitiud del genocidio practicado por los golpistas?.

Nosotros no tuvimos suerte la semana pasada. De los cinco nombres que nos dejan consultar semanalmente (buscamos cerca de 1.000 paisanos que padecieron algún tipo de represalia) solo ANTONIO LENDÍNEZ QUESADA, condenado a 20 años por "delitos de lesa humanidad", como ser rojo, quiso contarnos su historia, o mejor dicho, un trozo de ella. Los otros cuatro, o no aparecieron, o no se correspondieron con la búsqueda deseada, pues por desgracia la base de datos del tribunal militar no nos permite hacer una búsqueda por municipios; solo por nombres y apellidos, que coinciden con demasiada frecuencia entre sí.

JUZGADOS. Expedientes sumariales en el Archivo Militar Togado de Sevilla

Día a día, conforme nuestro trabajo se va consolidando y difundiendo, son más los familiares de las víctimas las que se ponen en contacto con nosotros agarrándose al clavo ardiendo que hemos prendido. ¡Quieren saber qué fue de sus familiares!, ¡quieren saber por qué el silencio, como si de un sudario se tratase, fue la respuesta dada a las "preguntas indiscretas"!. Los que nos escriben, animan, y solicitan información, ya no son solo de Porcuna, o descendientes de porcunenses, sino de los lugares más peregrinos del globo. La gente está harta de dar tumbos de un lado para otro. Está aburrida de escribir y solicitar a los archivos información sobre sus familiares desaparecidos o reprimidos. Muchos acuden a nosotros, desesperados, sin rumbo, como si fuésemos expertos en la materia, buscadores profesionales de todo lo que tenga que ver con el árbol genealógico de la familia. Y es, en suma, que quieren saber, que nadie les responde, que las instituciones públicas están mirando hacia otro lado; y que la universidad, foco de sapiencia y de estupidez a la misma vez, sigue mirándose el ombligo y subiéndose a las peanas. ¡Cuánta tragedia sin respuesta!; ¡cuántas verdades ocultas!, cuanto miedo a tirar de los hilos podridos de la democracia heredada por "la gracia de Dios".

FUSILADOS: exhumación en Castro del Rio (Córdoba)

Finalmente, para terminar, después de sincerarnos psicológicamente con nuestros sufridores lectores, solo nos queda decirles que aquí estamos, con el mono azul puesto, remangados, sin pistolas ni panas, con la palabra como única herramienta reparadora. A todos aquellos que se sientan perdidos, a todos aquellos a los que se les cierran las puertas antes de abrirse, a vosotros que la memoria os importa, porque sin ella no hay presente; a todos y todas, os decimos, que aquí estamos, trabajando, porque no hay nada más gratificante que poder dirigirse a los familiares y decirles sin miedo: "sabemos qué fue de él, sabemos dónde está enterrado". Luego, ... el premio, ... una prolongada pausa, que se convierte en agradecimiento y en la reparación buscada desde hacía años. 

Si nos quieres escribir, ya sabes nuestro paradero .... Gracias a todos por vuestra colaboración.

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