Juan Bautista Ruano Muñoz, conocido como "Bautista", nació en Porcuna en 1896, hijo de José y de María, casado con Carmen Barrionuevo Casado, con la que tuvo tres hijos. Vivieron en la Calle Gallos nº 30 de Porcuna. De profesión era albañil, y no tuvo que ser malo, pues durante la guerra se ocupó de obras públicas en Porcuna y muy posiblemente de las fortificaciones y defensas cuando estuvo en la 16 Brigada Mixta como zapador.
Los datos de los que disponemos son vagos y escuetos, procedentes fundamentalmente del Expediente de Responsabilidades Políticas que se le abre una vez es condenado a muerte. En dicho expediente, que incluye su consejo de guerra en Córdoba, Juan Bautista dice que fue concejal del Frente Popular de Porcuna con posterioridad al fatídico 18 de julio de 1936. Parece que pudo pertecer a alguno de los Comités creados después del golpe de estado, quizás el de Abastos, pues parece que ejercía la representación de las fábricas de aceite de la localidad.
Sabemos que perteneció a la XVI Brigada Mixta de Milicias Populares, batallón de zapadores, creadas en Extremadura a finales de 1936, participando, quizás, en la dos ofensivas que llevaron a cabo dichas milicias sobre Porcuna en enero y febrero de 1937, al mando del dirigente comunista Pedro Martínez Cartón. En una fecha indeterminada de finales de 1938 parace que es hecho prisionero. Por aquél entonces su Brigada se encontraba en Levante, después de su participación en la batalla en Teruel. Sea como sea, el primero de diciembre de 1938 comienza el Consejo de Guerra Permanente contra él en Córdoba, instruido por el juez militar José Alcántara Sampelayo. Se le acusa de ir armado, de la incautación de las fábricas de aceite, de disfrutar de diversos cargos en el Frente Popular Local, así como, (gran delito éste) del estar al frente "de unos trabajos de pavimentación que se llevaron a cabo en el pueblo en los meses de noviembre y diciembre de 1936". Además, dice el sumario, "cooperó en la detención de personas de orden y elementos de derechas de la localidad afiliados a la Falange Española", y "amenazó empuñando un revólver a un criado del médico Don Anselmo Hernández Conde" para saber su paradero. Participó, según el sumario, en la quema de imágenes e iglesias. "Bautista" niega en el integrrogatorio todas las acusaciones.
El Fiscal pidió la pena de muerte para Juan Bautista, y el abogado defensor, al no poder (o querer) contrastar las informaciones que le aportó el dicente sobre su inocencia, pidió 12 años y un día de cárcel por "auxilio a la rebelión", en vez de la pena de muerte por "rebelión militar". Paradójico, ¿no?, que aquellos que se habían levantado en armas contra el poder legalmente constituido, condenen por rebelión militar a aquellos que defendieron el resultado de las urnas.
Ni que decir tiene, que los fundamentos y conclusiones del tribunal son meras "justificaciones" , ya que el reo estaba condenado a muerte antes del jucio, en tónica con las masacres que se estaban produciendo en Córdoba. La suerte, nuestra suerte, es que Juan Bautista fue considerado un prisionero de guerra, y tuvo "derecho" a un juicio como tal, pues en aquella época en Córdoba, se fusilaba sin juicio previo y a mansalva en los cementerios y en las cunetas. Gracias a ello, contamos, con alguna documentación, que esperamos ampliar próximamente.
El 28 de abril de 1939 el juicio quedó para sentencia, y la condena a muerte fue firme una vez se tuvo el visto bueno de "S.E. El Generalísimo" el 17 de mayo del mismo año, sin que sepamos la causa de la muerte un 2 de junio de 1939, pues según Francisco Moreno Gómez, éste muere en la cárcel en circunstancias extrañas a la edad de 43 años.
Bruno Ibáñez Gálvez, "Don Bruno", uno de los máximos represores de Córdoba
Para Carmen Barrionuevo y sus tres hijos no acabaron sus penas con la muerte de Juan Bautista, ya que de nuevo, otro tribunal, el de Responsabilidades Políticas, le exigiría el pago por responsabilidades, de 150 pesetas, que se hace efectiva el 15 de enero de 1942. A partir de aquí, la familia sobrevivió con una pequeña tienda de ultramarinos que tenía en los bajos su casa.
Fuentes utilizadas:
- Moreno Gómez, Francisco: “La resistencia armada contra Franco: Tragedia del maquis y la guerrilla”. Edit. Crítica, Barcelona, 2001
- Moreno Gómez, Francisco: “La Guerra Civil en Córdoba, 1936-1939”. Editorial Alpuerto, SA, Madrid 1986
- Moreno Gómez, Francisco: “Córdoba en la posguerra. La represión y la guerrilla, 1939-1950”. Francisco Baena, Editor. Córdoba 1987
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