Rosendo fue detenido el 15 de abril de 1939 a su llegada a Porcuna, posiblemente procedente de alguno de los campos de concentración de la provincia de Córdoba, cuando tenía 21 años de edad, soltero, de profesión carpintero, hijo de Eulogio y de María, con domicilio en González Tabla, 14, de Porcuna.
La Guardia Civil le acusa de practicar detenciones, saqueos y del asalto al cuartel de Guardia Civil de la Localidad, vistiendo incluso ropas del instituto armado. Entre otros “delitos”, dicen que presenció asesinatos y que en el registro de su domicilio aparecieron dos fusiles escondidos bajo la paja. Quiso asesinar a Manuel Garrido Mestanza, que se encontraba escondido, y que al caerle una bomba (posiblemente el primer día del bombardeo rebelde sobre la ciudad, es decir, el 14 de diciembre de 1936) quedó al descubierto y fue detenido. Las denuncias las presentó en el cuartel Valeriano Párraga Quero, “El Párraga” y Benito Pérez Bellido, “Tranquilla”.
El informe que presenta el Cura-Párroco, Ramón Anguita, con fecha de 13 de mayo de 1939, coincide con las acusaciones efectuadas en el Cuartel de la Guardia Civil, salvo que se permite hacer constar en su escrito, que Rosendo era “individuo muy peligroso”.
En un informe posterior del Comandante (accidental) del Puesto de la Guardia Civil, de 23 de mayo de 1939, Diego Ávalos Vici, aparte de ratificar lo dicho con anterioridad, dice que puede testificar que quiso matar a Manuel Garrido Mestanza, Juan Cobo Casado (nunca llegó a hacerlo) y sobre los asesinatos del Cementerio, Juan Casado Gallego.
Al día siguiente son interrogados los falangistas “El Párraga” y “Tranquilla” por el Diego Ávalos. Se ratifican en su denuncia del 15 de abril ante el brigada José Pajuelo Belmonte, a la sazón Jefe de Línea de la Ciudad de Porcuna.
El 27 de mayo del 39, Rosendo Gutiérrez Valverde, era integrrogado en el “Juzgado de Porcuna”, de la siguiente manera:
“Que estaba afiliado a la UGT desde le 27 de febrero de 1936 y a las Juventudes Socialistas desde la misma fecha.
Que no es cierto que al producirse el movimiento tomase parte en el asalto de la guardia civil; no salió vestido con uniforme de guardia; no ha participado en ningún asesinato ni los ha visto; que tampoco puede ser cierto que en su casa se haya encontrado dos fusiles enterrados en la paja.
Ni es verdad que cuando D. Manuel Garrido que estaba escondido quedó al descubierto le dejó así al caer en su casa (suponemos que con las ropas quemadas) quisiese asesinarle porque lo ocurrido fue que el propio declarante quiso sacarle y ayudó a ello, y después le entregó a Bernardino Arrogancia que hoy está preso en la cárcel de Porcuna.
Que ha sido soldado rojo desde el 12 de octubre de 1937 en la 229 Brigada de Carabineros, Batallón 39, Segunda Compañía, sin graduación; ha estado siempre en los frentes de levante en Teruel, Mora de Rubielos u Segorbe. El derumbamiento (del frente) lo cogió en Valencia en el cuartel de Infantería nº 13.
No ha detenido a nadie; ni ha destruido las imágenes de la iglesia; no estuvo en los asesinatos del cementerio en la noche del 14 de diciembre de 1936; en cuanto a la noche del viernes santo de 1936 se encontraba el declarante en un estanco viniendo de casa de cenar, cuando se encontró que un falangista salió a la calle empuñando un arma blanca; se tiró a él para cogérsela dice que para evitar que le pasase nada (obviamente no es la mejor redacción posible de estos hechos); pero se produjo un tumulto y “El Rubio de la Morena” le cortó en la mano izquierda; fue a que le curasen y ya no sabe más.”
Firma la declaración Rosendo Gutiérrez.
Juan Casado Gallego comparece ante la Guardia Civil el 29 de mayo de 1939, que se encontraba detenido en esos momentos en Porcuna, y afirma que sí participó en los asesinatos del 14 de diciembre de 1936 en el Cementerio. Por el gran número de nombres que cita, no sería de extrañar que fuese torturado para confesar y delatar a muchos de sus compañeros que en esas fechas ni se encontraban en Porcuna. De hecho, dice que sacaron de la cárcel del Castillo a Pedro Funes Pineda; Fernando Morente; Felipe Vallejos; Antonio Pulido; Ricardo Adana de Torres (suponemos que está haciendo referencia a Ricardo Ruiz de Adana Morente); José Torres; Antonio Adana y “otros siete más que no recuerda”. En esa noche trágica murieron en el cementerio, según la Causa General de la Provincia de Jaén, Caja, 1.009, Pieza 3, 11 personas y no 15 como afirma Juan Gallego.
En el auto de procesamiento de 1 de junio de 1939, sigue sin corregirse el nombre de Ricardo Ruiz de Adana Morente, apareciendo como Ricardo Adana de Torres o Arranda, lo cual llama poderosamente la atención, pues no prestaron la menor importancia a estos hechos, y parece que lo que buscaban con el testimonio de un compañero de celda, como era Juan Casado Gallego, era inculpar a Rosendo, cuya familia era muy significativa políticamente, al haber sido concejal socialista con Montilla, Manuel Valverde. En este auto desaparecen otras acusaciones, sin duda, por carecer ya de importancia, al acusarlo de asesinato. Ya no aparece que “atentó contra los falangistas”, por ejemplo, el Viernes Santo del 1936. La suerte estaba echada, y Rosendo es acusado de “Rebelión Militar”.
En la indagatoria al encartado, Rosendo sigue manteniendo que él no ha cometido ninguno de los crímenes de los que se le acusa, pese a constarnos, que fue brutalmente torturado. En la obra de Emiliano Rodríguez Garrote, “Odisea de un antifascista en la posguerra de Franco” (1982, inédito), se dice que coincidieron los dos en la cárcel improvisada de Jesús, donde eran frecuentes las torturas y las palizas. Emiliano dice textualmente que “a mi amigo Rosendo Gutiérrez Valverde, joven de casi dos metros de altura lo dejaron que bien podía meterse en el reducido espacio de una cesta de la que emplean para la compra. Apenas se le podía escuchar debido a la fatiga que le causaba el simple esfuerzo de hablar. !Qué lástima!. Fue inutil que de mi casa me trajeran comida puesto que me resultó imposible ingerir nada debido al estado de ánimos que aquél cuadro impresionó en mí”. (pp. 11). Las torturas, por el día en que entró Emiliano en la cárcel de la Iglesia de Jesús, pudieron ser alrededor del 12 mayo de 1939.
Entre los torturadores cita Emiliano, entre otros, a Matías Ruano “el Municipal”, Benito Pérez, “Tranquilla”, Valeriano Párraga Quero, “El Párraga”, José Bermúdez López, “Pepón”, Fernando Lupiáñez Ocaña, “El Vinagrero”, Juan de Dios Avellaneda, Antonio Gilas García, “El Gila”, José Moreno Vallejos, “El Rubio de la Morena”, con el que Rosendo ya tuvo un altercado en 1936, Victoriano León López, ... A ellos no los podremos juzgar nunca como se hizo en Nüremberg, pero sí serán juzgados por la Historia.
El 17 de junio, ya en la cárcel de Jaén, se a Rosendo le leen la sentencia del “tribunal militar”, y es condenado por un delito de “rebelión militar” a la pena de muerte.
Rosendo Gutiérrez Valverde, fue fusilado el día 19 de enero de 1940 a las 23 horas en el cementerio de San Eufrasio (Jaén). Su cuerpo descansa en la fosa 548 de este cementerio, junto a otros 174 represaliados.
Esa mismo día, según relata la nieta de María Valverde Benítez, “lo que sí me contó (su padre, José Gutiérrez Valverde) siendo ya mayor, fue el nombre del teniente que llevó a mi abuela Maria (Valverde Benítez, “La Santa”, que en esos días se encontraba presa) a su despacho para decirle estas palabras: “esta noche hemos matado a tu hijo Rosendo y tenemos que matar a lo otros” (en clara referencia a sus hijos José y Manuel, y demás familiares) . Este teniente era de Porcuna y se llamaba teniente Escobedo (José Escobedo Ruiz) y yo he visto que en Porcuna se mantiene una calle con su nombre y me parece una atrocidad que después de tantos años y habiendo gobernado el PSOE en Porcuna se mantenga el nombre de un asesino fascista”.
El teniente Escobedo enrolado en la División Azul
Fuente:
- Procedimiento Sumarísimo de Urgencia, nº 16.566. Archivo Histórico del Tribunal Militar Territorial nº 2 de Sevilla.
- Otras ya citadas.
podiamos ponerle la calle a rafael montilla por la tte.escobedo. o mejor para los dos y se podria poner a la calle la calle del terror.
ResponderEliminar¿Donde se puede comprar ese libro?
ResponderEliminarel de Odisea de un antifascista en la posguerra de Franco
El libro no se encuentra a la venta. Nosotros tenemos una copia en papel, que recientemente hemos pasado a pdf. Nos consta que circula por Porcuna con cierta frecuencia. Si te pones en contacto a través del e-mail con nosotros podemos darte algunas referencias más.
ResponderEliminarUn saludo